FACUA solicita al Gobierno y a los examinadores de tráfico a que mantengan un diálogo fructífero para poner fin a una huelga, iniciada en junio, en donde los más perjudicados están siendo los alumnos que ansían sacarse el carnet de conducir. Estos paros de tres días a la semana están obligando a muchos de ellos a contratar más clases.

Los funcionarios llevan meses demandando una mejora salarial que, según afirman, la Dirección General de Tráfico (DGT) les habría prometido hace dos años. Desde entonces, los examinadores se han reunido en varias ocasiones con Gregorio Serrano, director de la DGT; sin embargo, la falta de acuerdo entre ambas partes ha provocado que la huelga siga su curso y con ello, la espera de miles de alumnos para realizar el pertinente examen. En este sentido, las autoescuelas del país aseguran que ya son 86.000 las pruebas pendientes. Unos retrasos que, según las propias autoescuelas, no volverían a normalizarse hasta diciembre.

La situación de enquistamiento que están sufriendo muchos españoles ha provocado que FACUA-Consumidores en Acción lance un mensaje en donde insta al Gobierno central y a los examinadores a “mantener abierta la vía del diálogo con el fin de lograr un acuerdo” que termine con esta situación.

La asociación no pone en duda “el derecho de los funcionarios a la huelga como medida para llevar a cabo sus reivindicaciones laborales”, pero advierte que “el problema de estos retrasos se va agravando aún más cada día” a consecuencia de los paros que los examinadores mantienen durante tres días a la semana (lunes, martes y miércoles).

Un problema que “además de aumentar las listas de espera” de los alumnos “para poder examinarse”, éstos también “se verán perjudicados económicamente debido a la lógica necesidad de dar más clases prácticas” -de entorno a los 20 euros cada una- “durante las semanas que estén a la espera de pasar la prueba, para la que ya han pagado las tasas correspondientes”.

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