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Phantasia: Photography is magic

PHotoEspaña 2022 desembarca en Nueva York, EEUU, de la mano de MECA Mediterráneo Centro Artístico

Guillermo de Jorge
Guillermo de Jorge
Guillermo de Jorge (Guillermo George Hernández), Santa Cruz de Tenerife, 1976. Cursó Filología Inglesa en la Universidad de La Laguna. Suboficial del Ejército de Tierra del Arma de Infantería, es Diplomado Superior de Montaña por la Escuela Militar de Montaña y Operaciones Especiales del Ejército de Tierra. Ha participado en operaciones de seguridad y misiones de paz, significando su estancia en Mauritania, Afganistán e Irak. Ha estado en países como Marruecos, Portugal, Senegal, Sierra Leona, Kuwait, Francia. Poeta - soldado, armas - letras, en la actualidad ejerce la presidencia de la Asociación Nacional Círculo Artístico Cálamo. Miembro del Centro Andaluz de las Letras, ha colaborado con medios de comunicación, destacando sus colaboraciones con el Diario de Sevilla, con el periódico La Voz de Almería, el Periódico El Día de Canarias y el Periódico El Mundo. Dirige la Colección “Letras del Mediterráneo”, de la Editorial Playa de Ákaba. En 2008 fue nombrado Miembro del Instituto de Estudios Almerienses. Le ha sido otorgado por la Junta de Andalucía, Diploma por su contribución y participación en Nueva Literatura Almería y fomento de la Cultura 2004. Accésit del Premio Creación Joven de Poesía de la Universidad de La Laguna 2005, actualmente colabora con Diario de Almería y Onda Cero Almería. Ha participado en encuentros literarios de carácter nacional e internacional, destacando el Festival Internacional de Getafe de Novela Negra, el Encuentro Nacional de las Letras Islas Canarias, Festival de Poesía del Mediterráneo o el Ciclo Internacional de Poesía Ciudad de Valladolid, estando sus textos reunidos en varias antologías poéticas y narrativas. DATOS BIBLIOGRÁFICOS Ha publicado diez libros de poemas, entre ellos: “Corporeidad de la Luz", Ediciones Idea, 2006 y “HK-G36E", prologado de Rafael Guillén, Premio Nacional de Literatura. Instituto de Estudios Almerienses, 2008. Ha colaborado con revistas especializadas, como la Revista Literaria Río Arga, Navarra; La Galla Ciencia, Murcia o la Revista Literaria Culturamas, Madrid. Y sus textos han sido publicados en suplementos literarios, destacando: “Selección de poemas" Publicado por el Servicio de Publicaciones de la Universidad de Puebla, México. “Varied poems" Publicado por la Universidad de Columbia, EE.UU. En narrativa ha publicado: “Relatos a Glo”. Editorial Ediciones Idea, 2008. Como Cuadernos de Combate ha editado: “Irak: Diario de un legionario”, publicado por el Periódico La Voz de Almería, 2004. “Afganistán: Diario de un Soldado”, prologado por Lorenzo Silva, Premio Planeta de Novela. Editorial Playa de Ákaba. 1º Edición, Dic 2015. 2º Edición Feb 2016. 3º Edición Sept 2017. Exposiciones fotográficas realizadas: “Afganistán: Pasajes”. Monográfico junto con Lorenzo Silva y comisariada por el artista plástico Fernando Barrionuevo, en la Sala de Arte Contemporáneo MECA Mediterráneo Centro Artístico (Almería, Andalucía).
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análisis

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Orestes González, comisario del marco expositivo que se presenta en Nueva York  este mes de septiembre, afirma que como respuesta a la proliferación de imágenes, de momentos fugaces capturados para el ciberespacio, y tomando prestado el acertado título del libro de C. Cotton, Phantasia: la fotografía es magia -Nueva fotografía española-, se presenta una propuesta de miradas lentas, calculadas para ralentizarnos, para invitarnos a descubrir los misterios en lo cotidiano, en lo aparentemente fugaz. Cuatro miradas gratificantes, por sus múltiples tempos y tonos, por sus capas y referencias, que podría pensarse en un primer momento que nos encontramos ante una forma de documentalismo, aunque en cada caso, los fotógrafos van más allá, dinamitando la realidad, más que unos rasgos puramente formales y descriptivos, nos hacen dudar sobre lo que es y lo que puede ser una imagen y a la vez expandiendo los límites del vocabulario expresivo fotográfico hacia su personal visión surrealista de formas, color, luz, medios tonos, sombras y siluetas, ya sea por medio de los contrastes o por la intervención del fotógrafo sobre la imagen.

En esta nueva exposición, que se realiza bajo el auspicio de MECA Mediterráneo Centro Artístico, bajo la dirección técnica de Fernando Barrionuevo y Rosa Muñoz Bustamante, como parte de la programación de PHotoEspaña 2022,  reúne a cuatro artistas plásticos que presentan las últimas tendencias de la fotografía española que se están gestando en las diferentes regiones de la península ibérica: Asunción Lozano, Antonio E. Ojeda, Cristóbal C. Cassinello y Francisco Uceda.

Los cuatro artistas plásticos afrontan la fotografía como una plataforma experimental, partiendo de fotografía de calle, estrictamente documental y dotándola de un nuevo cariz, de nuevas texturas o tempos, donde se transforma el espacio común perceptible por parte del público y se interviene a través de los diferentes fragmentos que lo conforman, transgrediendo los escenarios primitivos en la conciencia del ser y describiendo nuevas escenografías dentro del imaginario del espectador. Así es como adquiere su forma: Phantasia: la fotografía es magia -Nueva fotografía española-.

González sostiene que aunque no existe un término definitivo para describir la fotografía contemporánea, las cuatro tendencias de la fotografía española presentadas en Phantasia: la fotografía es magia -Nueva fotografía española-, son de lo más disruptivo que hay en la actualidad en el panorama fotográfico español y que marcarán tendencia dentro y fuera de nuestras fronteras, expandiendo los límites de la fotografía actual. Las cuatro propuestas cubren el amplio espectro que va desde la fotografía de calle más vanguardista hasta la intervención, dando pistas visuales de un lenguaje que amplían con su mirada y una iconografía irremediablemente local y muy española en el caso de la obra de Antonio E. Ojeda y Cristóbal C. Cassinello, o local y muy internacional en el caso de Asunción Lozano y Francisco Uceda, cuyas obras han sido realizadas en Nueva York y Londres.

Francisco Uceda,  Homenaje a Bernardo Soares.

“Todo se me evapora. Mi vida entera, mis recuerdos, mi imaginación y lo que contiene, mi personalidad, todo se me evapora. Continuamente siento que he sido otro, que he sentido otro, que he pensado otro. Aquello a lo que asisto es un espectáculo con otro escenario. Y aquello a lo que asisto soy yo”. Con esta cita del Libro del desasosiego, de Fernando Pessoa, Francisco Uceda propone, ante las puertas de Nueva York, en PHotoESPAÑA y de la mano de MECA Mediterráneo Centro Artístico, su última exposición: Homenaje a Bernardo Soares.

Un marco expositivo que parte de la urbe norteamericana. Una ciudad que se construye y se diluye constantemente, ante la mirada atenta de los hombres y las mujeres que viven, sobreviven y dan vida a sus calles. Bajo la atenta mirada de los transeúntes, sobre el asfalto y las últimas farolas que aún quedan en pie.  Una metrópoli que emerge desde las cenizas de los otros, de los sin nombre, de los abandonados, de los sin ley, para construir otra realidad que se ajuste a la medida de aquellos que, vacilantes, vuelven a llenar sus avenidas principales con su aliento.

El artista plástico almeriense Francisco Uceda aborda a través de su obra, entre otros temas, la gentrificación de las ciudades. El desplazamiento hacia el vacío y cómo la población local es remplazada por otros individuos que terminarán entre las fauces de sus propias mandíbulas.

La serie “Homenaje a Bernardo Soares” está inspirada en uno de esos barrios, Redhook, que hasta hacía poco, había soportado el embate de la especulación y de la voraz insistencia de la city en engullir todo aquello que no sepa a metal.

Desde esas postrimerías, los personajes-fragmentos de Francisco Uceda avanzan inexorablemente sobre la materia. Siluetas o sombras que intentan recomponerse desde la nada hacia el vacío, a pesar de las obstinadas ganas de morir de las que siempre la humanidad ha implorado. Uceda atomiza al ser a través de su obturador, para captar esa información ínfima que guarda todo un legado, en aparente estado de descomposición, en su acertado intento de conectarlas entre sí, para formar conceptos más generales, más globales.

El autor reflexiona. Afronta su condición de ser fieramente humano y acepta el envite. Asume las siluetas en blanco que indican que el cuerpo ha sido extirpado de la imagen, del espacio, del alma, porque las sombras apuntan a quemarropa a un objeto que ya no existe. Desde cualquier perspectiva, los restos que contemplamos augurar el naufragio, la derrota, el fin de los días. En palabras del autor, la angustia del ocaso de una civilización o, algo menos ambicioso, de la vida de los que quedaron al margen, el fracaso de un barrio o una ciudad que no fue.

Asunción Lozano, Evergreen

Asunción Lozano presenta un conjunto de obras que se corresponde con unas imágenes tomadas de algunos cementerios de Estados Unidos, Alemania y Reino Unido. Donde se valora el componente paisajístico y botánico de estos espacios. Donde la naturaleza, a pesar del paso del tiempo y de la acción del ser humano, sigue su curso inquebrantable. Cuestionando al ser, a su insoportable levedad, interponiendo la fragilidad de la memoria de las civilizaciones, ante el inevitable paso del tiempo.

En el proceso creativo, Lozano ha recortado las lápidas y las tumbas de esos cementerios y se han dejado abiertos los huecos perforados. Asunción Lozano acomete la realidad a través del objetivo de su cámara. Cuestiona el mundo tal y como lo conocemos. Nos pone la sal en la lengua y dibuja el futuro incierto de la humanidad. La ausencia de referencias fúnebres deja en evidencia un paisaje alterado, que intensifica las ausencias, en pro de la conciencia de la futilidad del ser. Un sentimiento tallado como acción y efecto de ausentarse, de dejar un espacio habitado. Y ofreciendo al espectador la posibilidad que puede referirse a personas, objetos, cualidades, acciones y conceptos. Asunción Lozano forja en esta magnífica serie la búsqueda que se inicia alrededor de la antítesis presencia-ausencia, porque el pensamiento es antitético y el ser siempre gira alrededor del yo soy – yo no soy, del yo tengo – yo no tengo, del hay – no hay. Y sin embargo es el tiempo quien dicta los pasos sobre los tejados.

Asunción Lozano esculpe, en estos paisajes que nos revela, el concepto, el símbolo y la etimología espacial del ser humano, contra el propio significado que el ser da a todas las cosas y a todo aquello que, en secreto, mueve la sombra.

La artista visual nos presenta una serie donde la memoria se difumina sobre el espacio y la materia, a través del tiempo. La condición del hombre y de la mujer en el mundo se cuestiona y pone en duda el valor de los objetos, de las sustancias, de las formas. En este sentido, las percepciones entrarán en un proceso de diálogo, en el que la presencia, la ausencia y el logro o la consecución de la carencia son los pilares sobre los que se sustenta el discurso artístico de Lozano y que invita a reflexionar al espectador sobre la condición del ser y su fugacidad, la íntima levedad de su esencia.

Asunción Lozano busca dar forma a la medida exacta de las cosas, a todo aquello que se presenta inmaterial ante el ser humano y que, sin embargo, constituye cada una de las estancias más íntimas del ser. Nos presenta una reflexión para comprender los imaginarios sociales, ponerlos en cuestión y recomponer los símbolos y los conceptos actuales. Con esta nueva obra, Lozano cuestiona los modelos sociales presentes y nos convida al diálogo, para buscar otras fórmulas, otros espacios de convivencia, para renombrar nuestro mundo más inmediato y edificar una nueva pauta, un nuevo concepto, una nueva sociedad.

Antonio E. Ojeda, Callegrafías

Antonio E. Ojeda presenta “Callegrafías”. Una exposición compuesta por una serie de fotos realizadas entre los años 2017 y 2021 en distintos escenarios de España y Portugal. Fotos de calle, que buscan el instante de la realidad capturada a través de su objetivo. Sin ningún tipo de manipulación ni de intervención en la escena, en las que la percepción geometría toma vida, a través de las perspectivas, planos, contraluces, colores, minimalismos expuestos por el artista. Transformando las obras en una especie de rompecabezas, donde la realidad fragmentada establece su propio discurso poético.

El artista, a través de sus obras, intenta plasmar el momento y parte su diálogo desde el concepto de fugacidad en el tiempo, de la no permanencia del individuo como tal, como material artístico y no conservable. Afronta al ser humano desde su carácter perecedero y transitorio. Es consciente que el individuo no deja una acción perdurable o si la deja, ya no es representativa del instante en que fue generada.

En este nuevo espacio común que se gesta y que acuerda con el espectador, la figura humana se torna como protagonista, casi siempre como una sombra, como un contorno o como un perfil sombreado, donde sus formas se extienden sobre los volúmenes geométricos descritos, ofreciendo otra realidad, otro descubrimiento, otro lenguaje.

Josep Fábrega Agea define a Antonio E. Ojeda como un artista purista. Un autor que tiene un absoluto respeto por el encuadre original; busca reflejar la cotidianidad de la vida en las calles, tal y como sucede, sin ninguna clase de intervención en la escenografía callejera. Tiene un sentido exquisito de la composición: se obliga a observar con precisión formas, compresión de planos, dimensión de los volúmenes y una selección depurada del punto de vista del encuadre, una planificación estricta de la zona de sombras, una gestualidad y originalidad de la personalidad de sus siluetas que deben siempre congelar eternamente el carácter efímero de su gesto.

La precisión milimétrica del fotógrafo a la hora de capturar cada una de sus piezas a través del objetivo y después situar cada uno de los objetos en el lugar preciso, hace que la serie de Antonio E. Ojada adopte, en su conjunto, su propia identidad, arrastrada con un uso perfecto de la técnica a los tonos, colores y texturas que evocan cada una de sus fotografías. Un universo cromático elegido que se desarrolla alrededor de unos tonos concretos que dan vida al discurso fotográfico expuesto.

Unos tonos primarios que convidan a nuestros sentidos iniciar el conocimiento sensorial a partir de la esencia del ser humano, para buscar su deconstrucción  como sujeto, desde lo más germinal e iniciático hacia las galerías interiores más complejas que el espectador desee alcanzar.

01 Cassinello (Mediana)

Cristóbal C. Cassinello, La sombra psicológica

Enfrentarse a la obra de Cristóbal C. Cassinello es experimentar que la existencia de un individuo puede confundirse en el presente, sin distinciones, sin clasificaciones, sin memoria y sin palabras. Quizás, por ello, la sombra en sus fotografías cobran tan alto valor, pues cuando el observador presencia su hallazgo a través de la plasmación inequívoca de su cámara, puede separarse de la vida, como tal, como esa representación consustancial y matérica de un objeto, que subsiste a la tiranía del pensamiento o del deseo de ser lo que no se quiere ser y de tener lo que no se puede tener, en un constante éxodo de sí mismo. En las manos de Cristóbal C. Cassinello la sombra adquiere un valor épico urbano. Donde la gesta se torna en cualquier calle, en cualquier esquina, en cualquier lugar. La gesta propia de vivir, que ya en sí es una victoria.

El autor nos invita a tomar diferentes perspectivas de una misma realidad. El trazo inexpugnable que describen sus figuras, nos adelantan la posible pérdida de la identidad de los objetos que presumiblemente asumimos reconocer y, por ende, la posibilidad de advertirnos en ellos. Nos ofrece la necesidad de recrear composiciones desde los no espacios, con claridad, precisión y objetividad.

Cassinello es consciente que el ser humano está influenciado por el espacio y por el medio que le rodea. Emplazando al espectador a visualizar una situación de vida, en apariencia normal, que lo aboca a la degradación personal y espiritual, ante la cual poco, posiblemente nada, puede hacer para contrarrestarla. El tiempo se para ante el diafragma de su cámara. Los latidos de su cuerpo se precipitan por cada una de sus arterias. Sus músculos se articulan  lentamente hacia la luz, buscando accionar los botones de sus diales. Capta la materia. Se para el tiempo: lo consiguió. Comprueba la improbabilidad de la vuelta atrás del objeto, del tiempo, del ser humano, de su inmortalidad.

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