Pepe Mujica se ha ganado el cariño y el respeto tanto de personas afines a su ideología, como de quienes no lo hacen. Sus reflexiones han dado la vuelta al mundo: su carácter tranquilo, su presencia serena, y su sentido común han conquistado a la mayoría.
El expresidente Uruguayo ha renunciado a su escaño en el Senado envuelto entre el reconocimiento y el calor de todos los miembros de la cámara.
Se fue pero no sin antes regalarnos un emotivo discurso cargado de contenido.
Sesenta años desde que participase en la guerrilla hasta que presidió su país.