El Consejo Europeo de Relaciones Exteriores (ECFR) es un prestigioso think tank que ha emitido un demoledor análisis sobre el respaldo de Pedro Sánchez al plan de autonomía marroquí para el Sáhara Occidental. En el informe se subraya que, aunque esa toma de postura esté relacionada con su deseo de «recomponer sus relaciones con Marruecos», el único y fatídico resultado ha sido debilitar a España frente a la presión marroquí.
En el informe, titulado Concesiones Interminables: España se inclina ante Marruecos, se deja claro que el movimiento de Sánchez «no tiene nada que ver con la búsqueda de la paz en el Sáhara Occidental».
El cambio de postura de Pedro Sánchez respecto al Sáhara Occidental sólo producirá beneficios fugaces en la relación entre España y Marruecos. El informe califica la medida como «estratégicamente miope», ya que ha «recompensado la campaña de presión de Marruecos contra España, explotando su vulnerabilidad a la migración irregular e incentivando un comportamiento similar en el futuro».
Además, según indican los analistas, en el proceso «España corre el riesgo de desencadenar una nueva crisis con Argelia que puede socavar los esfuerzos europeos para confrontar a Rusia por su guerra en Ucrania», al comprometer el suministro de gas desde el otro lado del Mediterráneo.
Por otro lado, de los términos de la misiva de Pedro Sánchez a Mohammed VI se deduce que España «es ahora el partidario europeo más fuerte del plan de autonomía de Marruecos, incluso en comparación con Francia».
El informe es contundente cuando afirma que «mientras Europa trabaja para defender el orden internacional basado en reglas contra la invasión total de Ucrania por parte de Rusia, es particularmente peligroso para España respaldar las reclamaciones marroquíes sobre el Sáhara Occidental». Los analistas, en otro orden, también indican que «Madrid está dando pie a acusaciones de doble rasero» de quienes no están conformes con la guerra en Ucrania.
Derrota ante Marruecos
El informe hace un repaso del inicio de la crisis entre España y Marruecos con la retirada de la embajadora marroquí y la entrada ilegal de 10.000 personas en Ceuta, tras «relajarse» los controles fronterizos por parte de Marruecos, como represalia por la atención hospitalaria al presidente de la República Árabe Saharaui Democrática (RASD), Brahim Gali.
También se recuerda cómo la propia ministra de Defensa española, Margarita Robles, definió el episodio como «un chantaje», lo cual, es ya un patrón en el que Marruecos utiliza la migración para intentar obligar a Europa a aceptar su posición sobre el Sáhara Occidental.
