Apenas un día después de su reunión con Ángela Merkel, Pedro Sánchez comparece ante el Congreso de los Diputados para explicar la posición española en el próximo Consejo Europeo a finales de esta semana en Bruselas. Y desde el minuto uno de su comparecencia queda claro el discurso pro europeo del presidente socialista, que ha hecho un llamamiento a construir “consensos” entre partidos y no “muros de incomprensión mutua”.
Sánchez ha asegurado que España se encuentra “ante una encrucijada” en la que “conviene volver a los orígenes del proyecto europeo para prevenir a nuestras sociedades contra los que garantizan una involución y egoísmos nacionales”. Para el presidente, “el control de fronteras interiores es erróneo”, ya que “no hay atajos desde la actuación unilateral de los estados”. Sánchez ha insistido en que los fenómenos migratorios “no afectan solo al país de entrada”, sino a todos los miembros de la Unión.
Y aunque no lo menciona directamente, resulta obvio el ejemplo reciente de la actitud del Gobierno socialista con el barco ‘Aquarius’. Entiende el Presidente que “el Mediterráneo es escenario de un drama humanitario que exige una acción coordinada del conjunto de la UE. Estamos obligados a actuar respetando los derechos humanos”
En el Consejo Europeo se abordarán también otros asuntos como el empleo, la seguridad y las políticas de innovación. España planteará que se “articulen consensos para fortalecer el euro”. Sánchez abogará también por “la solidaridad para la convergencia en la cohesión social y también dentro del área euro con los países más pobres de Europa”.
En el ámbito de la seguridad, Sánchez reafirmará su “compromiso con la cooperación permanente” y demandará que se “refuercen las misiones civiles en gestiones de crisis”. También ha asegurado que en materia de digitalización es la Unión Eropea la que debe regular “la economía y profundizar en el Mercado Único Digital”, así como “velar por el equilibrio en el nuevo mercado de los datos y su explotación”.
