El Índice de la Miseria fue desarrollado por el economista estadounidense Arthur Okun como una forma de estudiar los efectos tanto de los costes de la alta inflación como del alto desempleo. Okun es conocido en particular por promulgar la ley de Okun, una relación observada que establece que por cada aumento del 1% en la tasa de desempleo, el PIB de un país será aproximadamente un 2% más bajo que su PIB potencial.
A través de la comparación entre los datos reales y la predicción teórica, la Ley de Okun ha demostrado ser una herramienta muy valiosa en la predicción de tendencias entre el desempleo y el PIB real.
Un estudio del Índice de la Miseria realizado por el prestigioso Instituto Fraser de Vancouver (Canadá), en base a datos del Fondo Monetario Internacional, muestra cómo la España de Pedro Sánchez se sitúa como líder absoluto entre las 35 economías más importantes del mundo, muy por encima de Italia, Canadá, Estados Unidos, Alemania o Francia.
En concreto, el índice otorga a España una tasa de miseria de 17,61, seguida de Grecia (15,73), Italia (11,96), Islandia (11,26) y Canadá (10,88). Otras economías importantes que son menos miserables que España son Francia (10,10), Estados Unidos (9,72), Australia (7,33) y Reino Unido (7,17). Los países menos miserables con las puntuaciones de índice más bajas son Suiza (3,57) y Japón (2,61).
La catástrofe Sánchez
Esta es una nueva demostración de que el relato de Pedro Sánchez y Nadia Calviño respecto a la recuperación económica enmascara y maquilla la cruda realidad. La ciudadanía española se está empobreciendo a pasos agigantados y se acerca a niveles peligrosos de unos umbrales que una supuesta economía desarrollada no puede superar.
Evidentemente, la guerra de Ucrania y la crisis económica de la pandemia son la coartada perfecta para tapar el fracaso absoluto de las políticas de Pedro Sánchez. Sin embargo, el problema es estructural y el presunto gobierno más progresista de Europa no está sabiendo hacer frente a ello.
La tasa de desempleo, por más que la propaganda monclovita señale lo contrario, es demoledora. En España no se está creando empleo. El maquillaje de la reforma laboral no está funcionando, puesto que lo que se está haciendo, en realidad, es transformar contratos temporales en indefinidos, de los cuales la mitad son a jornada parcial.
Los empresarios continúan con sus abusos, sobre todo en sectores clave para la economía española como, por ejemplo, la hostelería. Cada año la clase empresarial española «roba» a sus trabajadores una cifra cercana a los 2.500 millones de euros sólo en concepto de horas extra no remuneradas, tal y como publicamos en Diario16.
Por otro lado, el presunto socialista Pedro Sánchez, que ya ni siquiera llega a la categoría de socialdemócrata y está mostrando cada día que pasa su verdadero espíritu neoliberal, pretende abordar el grave problema de la inflación sin entrar en la revisión salarial.
En plena inflación, los salarios no se tocan
La inflación en España está subiendo pero ni Pedro Sánchez ni Yolanda Díaz han entrado para aplicar medidas salariales con contenga la pérdida de poder adquisitivo de las clases medias y trabajadoras de este país. La única solución planteada hasta ahora es la del Partido Popular que se basa en una bajada de impuestos, hecho que debilitará aún más al Estado de cara a mantener el escudo social que se espera de cualquier democracia liberal.
En materia salarial, las cifras tampoco engañan. Dentro de la Unión Europea, España ocupa el puesto 13 respecto al salario medio, que se sitúa en 26.832 euros anuales. Si nos centramos sólo en la Eurozona, conformada por 19 países, España ocupa el puesto 10. ¿Cómo es posible que la cuarta economía de la Unión Europea se encuentre en esas posiciones respecto al salario medio? Lo lógico, evidentemente, sería que España estuviera en el cuarto lugar, pero no es así.
Más desigualdad y pobreza, el legado de Sánchez
El salario medio no es una medida que sirva para definir la realidad de los ingresos de la ciudadanía. España es uno de los países con mayor desigualdad en los sueldos de la ciudadanía. Los directivos de las empresas cobran 90 veces más que sus trabajadores a jornada completa. Si un gobierno que se autoproclama como progresista permite esto, entonces lo más lógico sería reescribir todas las teorías políticas y económicas.
Respecto a los datos de pobreza, la España de Pedro Sánchez también se encuentra entre las primeras del ranking. España ocupa el séptimo puesto de los estados miembros de la OCDE, tal y como se puede comprobar en los datos proporcionados por esta organización.
Respecto a la desigualdad, los datos de la OCDE son demoledores, puesto que la España de Pedro Sánchez se encuentra en el puesto 14 como uno de los más desiguales de los estados miembros de esta organización:
Todos estos datos se traducen en que España también es uno de los países de la OCDE que más desconfía de su gobierno y Sánchez está haciendo todos los días méritos suficientes para aumentar esa medición. ¿Quién va a confiar en un presidente que no duda en traicionar los irrenunciables postulados ideológicos de su partido, en engañar a sus socios de gobierno o de investidura y, en general, a todo aquel que se le ponga por delante?
Pedro Sánchez, en tan solo 5 años, va a pasar a la historia como el peor presidente, y eso que Aznar, González y Zapatero ya dejaron el listón alto. No obstante, Sánchez lo está superando con creces y va a dejar España en peor situación que Escipión dejó Cartago en la III Guerra Púnica.
Su artículo no tiene desperdicio.
Manejando las estadísticas con total objetividad concluye que España es, de entre las economías más importantes del mundo, «líder absoluto en miseria».
Entre las economías más «importantes del mundo», cita ¿Islandia?
En el cuadro estadístico de la pobreza en la OCDE España ¿Japón y Noruega? aparecen como países con mucha pobreza, Alemania y ¿Rusia? como países con poca pobreza y Dinamarca, Austria y ¿Turquía? en la media.
Todo muy lógico y coherente.
No me queda más que felicitarle por su aclarador artículo.
Hay que disfrurtar de la agenda 2030, pero esto solo es el principio.
Se que estamos fatal,pero nunca pense que estuvieramos peor que grecia.
horrible