De entre tantos valores que el PSOE había “tirado por la borda”, estaba uno que hasta mediados de los años 80 del siglo pasado nos identificaba, como era terminar nuestros actos cantando La Internacional. Lo hacíamos con pasión y entusiasmo sabiendo que antes que nosotros lo habían hecho nuestras compañeras y compañeros que nos precedieron con su militancia abnegada y comprometida, por lograr una Sociedad más justa y libre.

Muchas y muchos echamos a faltar ese vacío, aunque la deriva del Partido había impuesto cada vez más su ausencia, hasta llegar a formar parte de un nuevo panorama, carente de consustanciales señas de identidad. Por eso recibimos con mucha ilusión el canto puño en alto, de La Internacional al final de los actos de Pedro Sánchez en la última campaña para las elecciones primarias. No importa de quien partió la iniciativa para su recuperación, lo cierto es que aunque al principio su canto debido a la falta de práctica no era unánimemente cantado y seguido, pero enseguida se volvió a arraigar entre todos los protagonistas, empezando por Pedro Sánchez y los asistentes a sus mítines. La moral se nos subía y nos sentíamos más identificadas e identificados con nuestro Partido y con Pedro Sánchez que promocionó o felizmente participó de esta loable iniciativa, máxime sabiendo que su principal oponente Susana Díaz no estaba por la labor, aparte de representar un modelo de Partido y en gran medida de Sociedad diferente al suyo.

Por el ambiente que se había creado las primarias fueron un autentico revulsivo para el PSOE. Aunque se presentaron tres candidatos: Patxi López, Pedro Sánchez y Susana Díaz, desde el inicio se pudo comprobar que la contienda se dirimiría entre los dos últimos. Debido al bochornoso Comité Federal del pasado 01 de octubre y sus consecuencias, Pedro Sánchez como victima se había granjeado las simpatías de la mayoría de los afiliados, que se incrementó con la ostentosa presentación de Susana Díaz en el acto celebrado en el Recinto Ferial de Ifema en Madrid, apoyada por los grandes jerarcas, empezando por el desprestigiado Felipe González. El índice de participación fue muy alto del 80,8% con un censo de 187.949 militantes y la victoria de Pedro Sánchez, con el 50,21% de los votos ante el 39,84% de Susana Díaz bastante clara e importante, redundando en beneficio del Partido por las simpatías que tenía entre la militancia socialista y simpatizantes del PSOE.

Eso en lo que respecta al proceso y desarrollo de las primarias, pero en lo referido al 39 Congreso Federal, que debía ratificar su elección como secretario general, elegir una nueva Ejecutiva Federal, Comisión Federal de Ética y Garantías y un tercio del Comité Federal, como así mismo, debatir las enmiendas a la ponencia marco y adoptar los acuerdos oportunos, la valoración no puede ser tan positiva y es que aparte del despropósito de elección de nada menos que 49 miembros en la Ejecutiva Federal, ésta y los demás órganos fueron elegidos en listas cerradas, con lo que eso significa aplicándolo a los ámbitos territoriales inferiores que igualmente han elegido o tendrán que elegir esos mismos órganos. Continuamos con unas estructuras jerarquizadas y poco democráticas, como se ha podido comprobar entre otros casos en Andalucía, donde una vez más y como consecuencia de la necesidad de los avales no se pudo celebrar elecciones primarias, debido al acaparamiento que de la inmensa mayoría de los avales hizo Susana Díaz, imposibilitando la obtención de los mismos a quien pretendía ser su oponente el compañero de Linares, Francisco Tirado. Y en el reciente Congreso, tuvo un paseo triunfal (entró y salió bajo palio) como consecuencia de que los delegados fueron elegidos (impuestos sus acólitos por ella) en listas cerradas, por lo que continuaremos a expensas de los jerarcas (caciques) territoriales.

En el plano de los acuerdos o resoluciones del Congreso, el hipotético “giro a la izquierda”, se ha quedado en “una capa de barniz”. Por supuesto en caso de haber triunfado Susana Díaz no se hubiera producido ni eso. Pero no es cuestión de conformarnos, máxime comprobando como los derechos y libertades en nuestro país, cada vez más se han ido menoscabando y degradando y no se trata de afrontar y hacerle frente a ésta situación “con paños calientes”. Las 149 paginas que recogen los acuerdos del Congreso, están cargadas de argumentos retóricos y muchos propósitos de intenciones, pero con poca concreción y sin hacerle frente a bastantes problemas con la debida claridad y adopción de medidas oportunas y contundentes para su solución o erradicación. Otros muchos ni tan siquiera se abordaron.

Si se abordó en el Congreso una enmienda de Juventudes Socialistas para avanzar hacia la Tercera República y habiendo sido ampliamente aprobada en la Comisión Política (98 votos a favor y 69 en contra), lo que implicaba por su aprobación que ya no era de la exclusividad de los jóvenes socialistas y si del conjunto de las delegadas y delegados, para así pasar el proceso congresual y ser asumida dentro del conjunto de resoluciones. Pero el “aparato” oficialista y muchos de su dirigentes no estaban por la labor, empezando por el propio Pedro Sánchez, que cuando intervenía en el mitin de las primarias en Barcelona un compañero que portaba la bandera republicana grito: “viva la República” y le contestó: ”eso para otras generaciones”. Inexplicable que como dirigente del PSOE tan joven, de sólo 45 años eluda esa justa reivindicación. Aparte de que no se trata de reivindicar y menos exigir la Tercera República de hoy para mañana, pero si era obligación moral e ideológica que el 39 Congreso Federal, aprobara una resolución en esa dirección y que fuera legado y referente, para tener en consideración en el momento oportuno, cuando el Pueblo Español, mediante un debate constructivo y sereno mediante referéndum, se pronuncie acerca del modelo de Estado que deseamos.

El giro a la izquierda hay que practicarlo y no pregonarlo y ésta fue una excelente ocasión para hacerlo, pero lamentablemente la nueva ejecutiva del PSOE rechazó la oportunidad de reivindicar la República como modelo de Estado. Podíamos haber recuperado éste valor que tanto nos identificaba y que hemos perdido y por el que muchos miles de compañeros y compañeras, arriesgaron e incluso perdieron sus vidas y en consecuencia, aprovechar para recordarles como socialistas, republicanos y nuestros principales referentes. Inexplicable la falta de reflejos de las delegadas y delegados presentes, sobre todo los de la Comisión Política donde se aprobó la enmienda, que permitieron que como mínimo de forma anómala se boicoteara y rechazara.

 

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Militante de los sindicatos ingleses (Trade Unions) desde 1971 y hasta mi regreso de Londres en 1976. Afiliado a la UGT y al PSOE en Londres desde junio de 1972. Cofundador y coordinador sindical de la F.A.E.E.R.U. (Federación de Asociaciones de Emigrantes Españoles en el Reino Unido). Fundador de la cooperativa de servicios PAILARCA (Pablo Iglesias-Largo Caballero). Miembro de los dos primeros comités regionales del Partido Socialista Canario -PSOE- 1977-1985 y por esas mismas fechas, miembro de las primeras ejecutivas insulares de Gran Canaria del PSOE y de la UGT. Cofundador en 1980 de Izquierda Socialista y su coordinador en Gran Canaria hasta 1989. Miembro del primer Consejo Federal de la Emigración del PSOE. Presidente del 1er. Comité de Empresa por la UGT del Hospital Materno Infantil de Gran Canaria. Concejal de deporte y de los distritos: Isleta, Santa Catalina y Guanarteme del Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria, legislatura 1983.1987. Miembro de la Comisión Permanente de Deporte de la FEMP (Federación Española de Municipios y provincias) y del pleno del CSD (Consejo Superior de Deporte). Cofundador en 1991 de la Fundación Juan Negrín y su secretario durante 23 años (hasta 2014).

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