Paulino Gracia nació en Berga en 1979 y en la actualidad es concejal en Lloret de Mar en el grupo municipal En Lloret sí, se puede. En las próximas elecciones se presenta al Senado por Front Republicà, la formación liderada por Dante Fachín.

¿Qué hace un federalista como usted en una coalición independentista?

Me une a Front Nacional la voluntad de que se reconozca a los ciudadanos de Cataluña como un sujeto político con capacidad para decidir sobre su organización política. Es una cuestión básica de democracia para mí, como lo es para “Som Alternativa”, “Pirates” o “Poble Lliure”. Y, ciertamente, no soy independentista.

O sea que, para usted, nos hallamos hoy en día ante un problema de calidad de la democracia española.

Un régimen que decide reprimir violentamente una idea política legítima en vez de darle voz, ¿es una auténtica democracia? ¿qué nos diferencia de esa España de ayer que expulsó a los judíos y a los moriscos en nombre también de las ideas mayoritarias del momento y siguiendo los intereses de sus clases dominantes? En España nos falta cultura democrática. Se ha repetido hasta la saciedad, pero pocos han hecho algo al respecto. Parece que creamos que la cultura democrática nos va a caer del cielo, pero se trata de algo que se construye y pasa por la educación en valores democráticos, el espíritu crítico y la empatía.

Y, en medio de todo esto, ocurren los hechos de Coripe, ¿qué opina de ello?

Es un buen ejemplo de lo que decíamos. Se elige como representante del mal a aquel que defiende una idea distinta a la de la mayoría del pueblo y, con la colaboración de las instituciones públicas, se le aplica una violencia extrema. ¿Qué les están enseñando a los niños y niñas que miran extasiados este espectáculo dantesco? Pues que lo que hay que hacer con el que piensa diferente no es escucharlo, intentar ponerse en su lugar, debatir con él o razonar. Hay que prenderle fuego. Y si no es suficiente, pegarle tiros.

Y ¿qué puede hacerse al respecto? ¿Cree que se trata de un acto amparado por la libertad de expresión?

Por supuesto, no creo que haya que impedirles que sigan con su fiesta, por repugnante que me parezca. Eso sí, me parece que debería investigarse la participación de policía local y ayuntamiento. No puede permitirse que se use el poder público para fomentar el odio de este modo. Por otro lado, como les decía, es importante trabajar los valores democráticos, el espíritu crítico y la empatía, no sólo en Coripe.  En este sentido, agradezco la cobertura que diario16 está haciendo de aquellos que piensan diferente. Siento que las ideas, las ideas de verdad, articuladas, que van más allá de las imágenes de una manifestación, no llegan hasta el español de izquierdas. Es muy importante que medios con vocación estatal como el suyo estén trabajando para cerrar esta brecha. La empatía se entrena estando en contacto con ideas distintas a las nuestras, pero hoy en día esto ha dejado de ocurrir de manera natural. Hay que hacerlo de manera consciente y fomentarlo a nivel educativo. Cada vez más nos informamos por internet, alimentándonos de los contenidos que Google, Instagram, Facebook o Twitter preseleccionan para nosotros mediante un algoritmo cuyo objetivo es que nos quedemos más tiempo en internet.  Así que estas plataformas nos conducen, más o menos sutilmente, a contenidos que nos gustan porque refuerzan nuestras ideas preconcebidas y nos encierran cada vez más en nuestra burbuja ideológica. Alimentan nuestras filias y nuestras fobias en lugar de mostrarnos y enseñarnos en igualdad y diversidad.

No quisiera acabar esta entrevista sin preguntarle por su madre. Ella era camarera de piso, una kelly. ¿Cómo afectó a su familia? ¿Qué opina de las reivindicaciones de las kellys?

Me parece importantísimo que hayan conseguido que su situación laboral llegue al debate público. Su trabajo es físicamente muy exigente y, si lo hiciesen más hombres, estoy seguro que se les hubiesen reconocido hace tiempo los derechos laborales por los que luchan. Las condiciones precarias en las que trabajaba mi madre me marcaron. Por eso, cuando entré en la Dirección de Podemos Cataluña me esforcé, como responsable de sanidad, por mejorar las condiciones de trabajadoras como ella. No obstante, después de mucho trabajo y esfuerzo para reunirme con comités, personas afectadas por recortes, plataformas, etc. los personalismos del partido me impidieron trasladar mi trabajo al Parlament. Ahí me di cuenta de que, además de representar tus ideales, un partido debe estar liderado por las personas adecuadas y capaces, si no jamás podremos realizar los cambios que la clase trabajadora necesita. Creo firmemente que, dentro de Front Republicà, trabajaremos todos juntos para sacar adelante estos cambios.

1 COMENTARIO

  1. Saludos. No es un poco feo poner Front Nacional en vez de Front Republicà? Lo digo porqué el nombre que habéis puesto es el del partido de extrema derecha francés …

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