Pasamos una media de diez horas diarias ante una pantalla

Usamos las pantallas una media de más de diez horas al día. Televisión, móvil, tableta, ordenador… Pensemos en el tiempo que pasamos durmiendo: pues más eso -según lo perezoso de cada cuál- es el tiempo que invertimos diariamente, de un modo u otro, interactuando con las pantallas. Es un dato que se desprende del último estudio Nielsen, Total audience report, que lleva a una conclusión evidente: ese resultado solo es factible si aceptamos que en muchos casos llevamos a cabo un uso simultáneo de estas nuevas tecnologías.

Este estudio concluye que el 45 por ciento de la población, durante el último cuatrimestre, vio la televisión habitualmente o siempre mientras consultaba otras plataformas digitales. Un 30 por ciento lo hizo alguna vez, y solo un 12 por ciento aseguró usar siempre una sola pantalla.

¿Pero qué es lo que hacemos cuando repartimos nuestra atención entre varias pantallas? Pues al contrario de lo que algunos puedan pensar, en muchos casos no se está dispersando la atención sino que, de algún modo, se focaliza. Cuando vemos la televisión y echamos mano del móvil o la tableta, en el 71 por ciento de los casos es para consultar algún dato relacionado con el contenido del programa, bien para aclarar algún concepto o para ampliar información sobre algún punto. Los “dispersos” entrarían en ese grupo de entre un 28 y un 41 por ciento que afirman enviar, escribir o leer correos o mensajes de texto desde algún dipositivo móvil mientras están sentados ante el televisor.

No obstante, el dato más “aprovechable” para cierto sector, el comercial, es el que apunta que el 35 por ciento de los espectadores -y el 25 por ciento de los oyentes de radio- admite haber echado mano de su dispositivo móvil para comprar productos o contratar servicios que acaba de ver anunciados.

Los datos de este estudio Nielsen entroncan de algún modo con un reciente trabajo del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) sobre el uso y la influencia de Internet, el móvil y las redes sociales en los ámbitos personales y familiares, en el que se refleja que el 69,4% de los españoles entiende que las nuevas tecnologías de la información tienen más influencia en la educación de los hijos que los padres. No es de extrañar, si tenemos en cuenta que los pequeños tienen su primer teléfono móvil con diez años y con doce ya están acostumbrados a navegar por internet, cosa que hacen a diario en dos de cada tres casos.

Recordemos esa cifra: diez horas atendiendo a nuestras pantallas. Es cierto que actualmente media vida se concentra en un dispositivo móvil, pero no deberíamos dejar de lado la otra media.