Paradojas del indulto. Amnistía represaliados, exiliados y #presospoliticos

La demagogia es un insulto a la razón. A ninguna persona con sentido común se le escapa que no puede haber indulto sin «arrepentimiento» cosa que no han hecho los golpistas.

Alguien se imagina un indulto para un violador, un criminal, o un defraudador que al ser preguntado que hará cuando esté en libertad conteste «lo volveré a hacer» .

Los políticos que atentaron contra el orden democrático estuvieron al borde de llevarnos a un conflicto civil que hubiera podido desembocar en una nueva Yugoslavia; con sus respectivos millares de muertos, miserias y atrocidades de toda índole.

Desestabilizar una democracia y romper una nación no es un jueguecito; es un atentado contra la paz y la convivencia de consecuencias mucho mas graves que la corrupción de rey Juan Carlos o del virrey Jordi Pujol.

No se puede amnistiar a sujetos fanatizados (mucho más peligrosos que los corruptos) que atentaron contra el orden democrático y pusieron en peligros la paz, sin que muestren arrepentimiento, y menos chuleando de que «lo volverán a hacer».