Una cosa ha quedado clara durante el control al Gobierno conservador en el hemiciclo, la oposición, según los ministros, debería estarse callada y colaborar porque no saben de lo que hablan. Todas las respuestas del Gobierno han sido evasivas y recuerdos de tiempos pretéritos, como si ellos no llevasen gobernando cinco años. Y eso que Unidos Podemos ha declinado preguntar a la vicepresidenta al estar más preocupados de sus cuitas internas. Tampoco es que los grupos de la oposición hayan realizado unas preguntas fundamentales para el devenir de la ciudadanía española, pero han hecho hincapié en preocupaciones que están ahí. No, no ha habido ninguna pregunta sobre Eurovisión. Eso queda para el diputado socialista de Toledo que hoy no hablaba.

Frases como «Infórmese mejor señor Simancas, porque el diálogo avanza perfectamente», o “Nosotros desde 2011 hemos subido cada año las pensiones” de Fátima Báñez, demuestran que el Gobierno es puro, santo y casi casto. Mención especial merece Cristobal “Sr. Burns” Montoro que se ha atrevido a decir que “en España no ha habido amnistía fiscal, aunque a algunos les pese”. Le ha faltado decir a Juan Carlos Girauta que todo ha sido un reajuste fiscal entre el Estado y algunos ciudadanos que no sabían que tener el dinero fuera o en negro era malo.

 

Los dimes y diretes de Rajoy con Rufián

Gabriel Rufián siempre genera expectación y, aunque su ritmo pausado en el habla le haga perder puntos mediáticos, sus preguntas suelen tener muchos matices profundos. Hoy ha preguntado a Mariano Rajoy: “¿Está usted de acuerdo con la judicialización del proceso catalán, señor Rajoy? ¿Está usted de acuerdo con que una urna te lleve a los juzgados y un micrófono a un ministerio?”. El presidente del gobierno ha vuelto a recordar el Imperio de la ley al que la ciudadanía está sometida. Aunque olvida la máxima de Cicerón “Salus populi suprema lex”. No se pueden hacer consultas que se encuentran fuera de la ley y menos para la secesión de una parte de España, ha venido en decir el presidente.

Rufián ha respondido como suele acontecer con él, recordando las situaciones que existen bajo esa ley como que “conde-duques de Olivares conspiren desde despachos” en referencia al ex-ministro Fernández, que “todos paguemos ratos de relax y de asueto a gente muy campechana” en referencia al monarca jubilado, o que se persiga a Forcadell y se defienda a un presunto neonazi. “No hay ley por encima de la decencia” ha concluido antes de retar al gobierno a verse en las urnas.

Rajoy ha contestado, con su típica socarronería, diciendo que “en nuestro país hay libertad de pensamiento y no se persigue a nadie por sus ideas”. Ha debido olvidar la ley mordaza, pero no al caso en este debate. Mientras realizaba estas declaraciones Rufián mostraba una doble página de La Razón con los jueces independentistas acusados de conspiradores por el rotativo de Marhuenda. Ante esto, el presidente del Gobierno ha terminado calificándolo de absurdo: “Con toda franqueza, escuchándole a usted me viene a la memoria aquella frase, no recuerdo exactamente quién la utilizaba, pero es verdad escuchándole a usted que en política no hay absurdo imposible, señor Rufián. No lo hay”.

 

La central de Garoña

El otro aspecto destacable del control al Gobierno han sido las preguntas de Aitor Esteban (PNV), Esther Peña (PSOE) y Juan Antonio López Uralde (UP). A la pregunta sobre qué decisión van a tomar del diputado peneuvista Rajoy ha contestado que consultarán a todos los grupos cuando termine la fase de tramitación de la solicitud de reapertura. Frente a esta respuesta Estaban ha sido contundente: “Me dice usted que nos consultará a todos, mi opinión y la de la mayoría de grupos parlamentarios ya la conoce, es un sinsentido plantearse la reapertura de la central nuclear más antigua del Estado, que no serviría de nada”. El clavo al que se agarra el Gobierno es el voto favorable a su reapertura por parte del gobierno de Castilla y León, que es del PP.

Peña ha pregunta al ministro Álvaro Nadal qué intenciones hay detrás de la reapertura, más si cabe al ser una central gemela de Fukushima. Nadal le ha recordado, yéndose por los cerros de Úbeda, que “el único Gobierno que ha tomado el toro por los cuernos y embridad el sistema eléctrico ha sido el del PP”. Daba a entender el ministro que salvaría el precio del sistema eléctrico español. Ante esto López Uralde, durante su intervención, le ha recordado que esta central lleva años sin aportar kilovatios a la red. Para el ministro “cada uno tiene su opinión, usted tiene la suya, pero que quede claro que para el Gobierno la seguridad es lo primero”.

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