Las plantas de aluminio de Avilés y Coruña han cerrado su producción y abocan a los trabajadores y trabajadoras a un despido colectivo. Todo dentro de un proceso de cierre y liquidación concursal, ante la indiferencia del Gobierno central y de los gobiernos autonómicos de Asturias y Galicia.
España renuncia a fabricar aluminio
Muchos años llevaban los trabajadores y trabajadoras de las plantas de aluminio de Avilés y A Coruña defendiendo sus puestos de trabajo con grandes movilizaciones. A las protestas acudieron representantes de todos los grupos políticos con promesas, incumplidas por todos. El proceso culmina con el cierre de las empresas en un momento en el que se pone de manifiesto la necesidad de recuperar la soberanía energética e industrial.
En este momento el aluminio es un metal necesario en toda la vida útil de los procesos fabriles. La situación, a día de hoy, es que España deja el aluminio. Asume una dependencia de materias primas y una situación aún más grave que supondrá un lastre para la recuperación económica.
Trabajadores de las plantas de aluminio al paro
Los trabajadores y trabajadoras de las plantas de aluminio han pasado a engrosar las listas del desempleo, después de cuatro años de lucha continua sin una solución por parte de estos gobiernos.
Recordar que, en un inicio, tanto los gobiernos autonómicos como el central consintieron que una multinacional como Alcoa culminara con las expectativas de cierre de las plantas en Avilés y A Coruña. Estas plantas pasaron por unos procesos que resultaron fraudulentos, ya que había compromisos de proyectos industriales avalados por los gobiernos mencionados.
Una gran estafa
Cuando se puso de manifiesto que todo se convertiría en una gran estafa. Estos gobiernos siguieron mirando para otro lado, dejándolas en manos de un grupo industrial que consiguió llevar a las plantas a una situación irreversible de cierre. abocándolas a un concurso de liquidación.
Por parte del Ministerio de Industria se nos presentó como una solución para quitarle de las manos estas plantas a un presunto grupo industrial como es el Grupo Riesgo. Esta situación sería el preludio para que después el Gobierno pudiese buscar nuevos promotores. Nuevos socios industriales que culminaran con los procesos industriales en las fábricas.
Despido colectivo
Ese incumplimiento se pone de manifiesto a día de hoy. Los gobiernos abocan a los trabajadores y trabajadoras a un despido colectivo, dentro de un proceso de cierre y liquidación concursal. Situaciones totalmente irresponsables, aumentando aún más los datos de desempleo en nuestro país y el goteo de cierres industriales.
Por todo esto, desde CCOO exigen a los gobiernos que sigan trabajando en busca de una solución que garantice un proyecto industrial que de continuidad a la actividad en las plantas y permita la recolocación de los trabajadores y trabajadoras despedidos.
