El que fuera líder de Podemos y vicepresidente segundo del Gobierno hasta el 4M, Pablo Iglesias, asegura, en su primera entrevista tras dejar la política, al medio italiano La Stampa que tomar aquella decisión «no es una derrota». Reconoce, además, que el precio que ha tenido que pagar «no importa» y que su espacio puede crecer con esos nuevos liderazgos femeninos.
En esta entrevista al periódico italiano, el ex vicepresidente del Gobierno reconoce que «a veces, ciertos sectores del Estado van más allá de la ley y la Democracia«.
El precio de la decisión política
Aunque reconoce que existe un «precio» por «cerrar la posibilidad de que el PSOE vuelva a aliarse con la derecha», Iglesias se muestra optimista sobre su futuro. Así, afirma que seguirá trabajando en el lugar donde su aportación sea más necesaria, como militante de base.
Además, para Pablo Iglesias no es importa su marcha porque tiene la convicción que los nuevos liderazgos en su Unidas Podemos llevarán más lejos a su espacio político.
Asimismo, ha valorado en la entrevista, 20 años después, su participación en las movilizaciones de Génova. Así, segura que esta movilización les enseñó en primera persona «lo que puede ser el poder y el Estado», puesto que a veces hay sectores «profundos» que «van más allá de la ley, más allá de la dinámica democrática«.
Como ha declarado y denunciado decenas de veces mientras estaba en política, reconoce hay poderes que han intentado «destruir» a Unidad Podemos, gracias a «estrechos vínculos» con los poderes mediáticos.
Así recuerda que «sabíamos que el poder no toma prisioneros y defiende privilegios, y cuando la democracia cambia el equilibrio de poder, alguien deja de ser democrático», afirma con rotundidad.
Respecto a la entrada en el Gobierno, Iglesias ha dicho que cuando algunas ideas «llegan a la cima», tienen que «chocar con el poder«.
Eso sí, ha aclarado como tantas veces recordó siendo vicepresidente, que alcanzar el gobierno «no significa tener poder, sino desafiar el poder con más herramientas disponibles». También ha especificado que gobernar significa «enfrentar muchos contradicciones».
Espero tener pronto a este honrado político defendiéndonos de extremar derecha. No alcanzó el cielo pero nos enseño el camino. Ahora queremos caminar con él.