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Otra vida vacunados es posible

Gonzalo Osés
Gonzalo Oséshttp://www.gonzalooses.es
Soy abre puertas, se me da bien conectar necesidades con soluciones. Me rijo por tres frases: la de mi madre “la vergüenza pasa y el provecho queda en casa”; la de mi padre, “la persona más feliz es la que menos necesidades tiene”; y la mía, “para crear valor hay que tener valor”. En plan profesional, soy FEO (Facilito Estrategias Operativas), cofundador de Xaudable, conecto innovación con el mercado, mentor y docente en @eoi y @SEK_lab. Emprendedor con mi startup de comida rápida saludable. Autor libro “abre puertas, cómo vender a empresas”. Miembro de @Covidwarriors. En otras décadas organicé en IFEMA la feria Casa Pasarela y fui gerente de un concesionario oficial en Madrid de motos Honda. Licenciado en Dirección y Administración de empresas por CEU San Pablo, diplomado en diseño industrial por IED (Instituto Europeo Di Design), master de comunicación aplicada en Instituto HUNE.
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análisis

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El pasado viernes 4 de junio, volvía a entrar en casa de mis padres, tras 18 meses o 540 días desde las navidades de 2019, que se dice pronto.

Llevaba un rato viendo las novedades de la casa, cuando mi madre me dijo que me quitara la mascarilla, que hacía dos meses que les habían puesto la segunda vacuna de Pfizer.

Ese acto, quitarme la mascarilla dentro de su casa, fue el mayor acto vital y el mejor regalo que me podrían hacer por mi cumple, que era al día siguiente.

A pesar de saber que estaban vacunados, me quite la mascarilla con miedo, aunque tras 72 horas con ellos, veo que, felizmente no pasa nada. ¡Benditas vacunas!

Si, el año pasado fui unos días en julio a verles, pero me hospede en un hotel cercano, y compartimos chiringuito playero, pero no me atreví a entrar en su casa a ver si les podía contagiar la Covid19, habiendo tenido en marzo 2020 y sufrido las secuelas en junio de ese año. No me atreví ni a entrar con mascarilla.

Fui de los que no viajó en Navidad y pasé a solas la Nochevieja, y no huí de mi comunidad autónoma en semana santa a pesar de que les habían puesto la segunda vacuna una semana antes de Semana Santa, pero quedándoles unas semanas para que les hiciera efecto.

Ese esfuerzo, ese enorme vacío, ha servido para poder volver este viernes a celebrar la vida, ¡la vida con ellos! De cerca, presencial, comiendo dentro de su casa a menos de un metro, y sobre todo abrazandonos y riéndonos.

Por mucho que estemos diseñados para que nuestro cerebro olvide los malos tragos, y miré hacia adelante, quiero mandar un fuerte abrazo a Alicia, a Flor y a Juan, a los cuales la Covid les robó sus parejas desde hace más de 40 años. También a Javi, Elena, Andrés, Iván y Guillermo que perdieron a sus madres. Todos ellos ocupan sus vidas con mucha intensidad tanto en sus trabajos como en su rutina de jubilados, para llenar un vacío indescriptible. Para nosotros los fallecidos son números, para ellos son recuerdos latentes en su día a día.

También desde aquí, un gran aplauso a David y Alfredo, que ambos se pasaron más de 40 días inducidos al coma en los sendas UCIs y tuvieron que volver a aprender a andar entre otras muchas acciones vitales.

Por último, acordarme de los miles de sanitarios que al igual que les aplaudimos el año pasado, ahora bien qué callamos cuando los echan a la calle tanto en Madrid como en Valencia. ¿Ya no son necesarios? ¿No les debemos nada? Estaría bien que pudiera elegir qué parte de mi declaración de la renta, a parte de ser para la Iglesia o para ayuda al desarrollo, pudiera ser para pagar un plus a esos miles de sanitarios que muchos dieron su vida por la nuestra.

Mañana a las 17:00 volveré a conversar con ellos durante media hora por videollamada, cómo hacemos a diario desde el 14 de marzo de 2020 y hemos dejado de hacerlo estos tres días.

Mañana, volvere a agradecer estar vivo, y gracias a las vacunas, haber acelerado la validación de mi startup, al poder hacer catas colecitvas de mi comida rápida saludable. Gracias Javi Monsalupe por dejarnos válidar en Aticco Coworking, y a Azucena en TeamLabs Barcelona, y gracias a San Pablo CEU por facilitarnos personas que puedan aportar en nuestro equipo.

En definitiva, si hay una palabra que defina el 2021, esas es ¡Vacunas! Porque son las que acunan la vida, reactivando nuestra economía y bienestar.

GO!

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