Desde hace un mes mentorizo a emprendedores de Fundación Ronsel en Galicia, y hoy quiero presentarte a una de ellas, a Claudia Núñez, por su capacidad de resiliencia, superación y materializar sugerencias para validar servicios.
Hace 6 años, debido a la difícil situación que se vive en Venezuela, emigró a A Coruña al ser su marido emigrante retornado. Pudo seguir ayudando a gestionar la empresa familiar a distancia, en la difícil tarea de gestión de cobros, conciliación bancaria y logística de exportación e importación, pero había que buscar otra economía para llegar a final de mes. Hace dos años y medio montó su estudio Om Yoga en Avenida Ernesto Che Guevara 58 Bajo, en Oleiros a 300 metros de la playa de Santa Cristina.
El Covid les afectó de lleno, y ahora solo pueden tener sesiones con 6 personas a la vez en sus instalaciones, con lo que la economía se la hace muy cuesta arriba. Por eso, hace dos semanas en plena mentoría en esas lluvias de ideas que se dan a veces, buscando alguna actividad al aire libre, Claudia me comentó que el año pasado, hizo una actividad que era yoga en la playa y luego Dario el monitor que alquila tablas de paddle surf daba una clase. Ahí se me encendió una bombilla y la dije «¿y si das yoga encima de las tablas?» Me respondió que eso es acua yoga y que lo había visto alguna vez. Seguimos hablando y nos dimos cuenta que podría ser un buena práctica para ofrecer clases y ayudar a gestionar la ansiedad que muchas personas estamos teniendo ahora mismo ante las cambiante realidad actual que afectan a nuestra economía para llegar a final de mes, ya seamos autónomos, emprendedores, empleados, desempleados o jubilados. Así como, la gestión de equipos de trabajo para lo que estamos muy poco entrenados.
A los pocos días Claudia había llegado a un acuerdo con Dario para alquilarle las tablas de fitness, la table en forma de estrella central a la que se unen el resto y los trajes de neopreno, estuvimos preparando un flyer, y para mi agradable sorpresa, el jueves siguiente, ya tenía a 6 clientes de Om Yoga dispuestas probar la actividad.
El sábado, antes de empezar llovía y varias personas le preguntaron si se cancelaba la actividad, Claudia les respondió que de eso iba la actividad, de aprender a no autolimitarse a la primera de cambio. Realizaron la actividad y fue un chute de energía para todas las componentes del equipo en que se habían convertido, al poder hacer yoga bajo las cambiantes situación que es el mar, aunque se realizarán a pocos metros de la orilla, con un ancla y a un metro de profundidad. Que con la mar no se juega, y menos con la gallega, por mucho que esté al fondo de la ría coruñesa.
Claudia plantea un curso de cuatro sesiones en los que se aprenda a sentirnos tranquilos y cómodos en cualquier situación, para ello enseña a relajarse a través de la respiración, para relajar el cuerpo y la mente, y luego con las diferentes posturas de acuayoga aprender a estar estables con nosotros mismos, afrontando nuestros miedos y dialogando con nuestra ansiedad. De la misma, manera, que se pasa de estar sentado a estar de pie, donde el riesgo a perder el equilibrio y caer al agua es más elevado. Como bien saben las personas que emprenden e intraemprenden al exponerse a los elementos del mercado al validar nuestra solución, la mayoría de las veces caemos, y si te han dado un no razonado, creas una nueva postura para erigirte y mostrarte de nuevo al mercado.
Cada mañana de sábado de agosto, Claudia dará la clase de aqua yoga, mientras seguimos creando la estrategia para que comunique el inicio del curso en septiembre a los responsables de recursos humanos de empresas, y diferentes organismos públicos y privados que están ayudando tanto a trabajadores y desempleados a sobrevivir a la galerna que nos crea la situación laboral actual.
Es curioso, porque me viene a la mente Ancla.life la asociación que ha creado el emprendedor Diego Ballesteros (Diegoteca en Twitter), para «eliminar el estigma de la sobre la salud mental en el ámbito del emprendedor», tras salir de una depresión que le creó una de sus exitosas startups con clientes a ambos lados del Atlántico.
Al final, que tire la piedra quien esté libre de ansiedad este verano. Desde aquí animar a todas las Claudias y Claudios expertos en Yoga que pueden ayudar a miles de personas a lo largo de la costa española, ríos, pantanos y por qué no hacerlo en modo indoor en una piscina.
Nos vemos en el agua, porque algún día caminaremos sobre las aguas.
GO!
