Despeñar a Sánchez y «salvar la patria»

La estrategia, por resumir, sería la siguiente: Los «gurús» ya marcan el camino. La salida que plantea el «establishment» es la de un gobierno del PSOE, encabezado por un barón socialista (todo apunta a Emiliano García Page), avalado por la abstención «patriótica» del Partido Popular. En esta ecuación ya tendrían los votos necesarios para salir adelante.

¿Qué tiene que pasar para que esto se produzca? Pues básicamente lo que estamos viendo:

Si los independentistas no se dan cuenta de que pueden desmontar todo esto, sencillamente permitiendo la investidura, y dejando en evidencia la maquinaria del Estado, el establishment se saldría con la suya

  • Los barones y baronesa que tienen mando en plaza actualmente, bendicen el pacto con Podemos sabiendo que, sin el apoyo independentista, no será posible.
  • Tanto los barones y baronesa socialistas, como los viejos gurús, así como el elenco popular demonizarán a los independentistas continuamente porque de esta manera van generando el caldo necesario para su discurso «constitucionalista», para mantener el «espíritu de la transición». Ahí se van a unir todos: los barones actuales, los jarrones chinos. Hablarán de «constitucionalismo» frente a los que quieren romper España.
  • Se disimulará un apoyo formal al pacto entre PSOE y Unidas Podemos, hasta descalabrarlo. Es muy probable que si los independentistas no se dan cuenta de que pueden desmontar todo esto, sencillamente permitiendo la investidura, y dejando en evidencia la maquinaria del Estado, el establishment se salga con la suya. 
  • Cuando se evidencie que «nadie quiere ese pacto con PSOE y Podemos» (porque no habría votos suficientes), aparecerán los salvadores de la patria. Por supuesto, se cargarán a Sánchez, porque se ha empeñado en abrazarse a los «comunistas bolivarianos», y aparecerá el mirlo blanco, que según nos confirman sería Page.
  • Con el mirlo blanco socialista al frente, el PP se abstendrá. Y sumen ustedes: 120 más 89 y muy probablemente los 10 de Ciudadanos. Y ya lo tienen: la foto de la españa constitucionalista frente a los terribles «golpistas, secesionistas, terroristas». 

La «jugada independentista», la única estrategia para desmontar la gran coalición 

Si los independentistas quisieran probar a dejar en evidencia al establishment, lo tendrían relativamente fácil. Bastaría con abstenerse y permitir el gobierno de Sánchez con Unidas Podemos. En ese momento sería muy interesante comprobar de qué manera se las arreglarían los barones y gurús del PSOE para intentar rechazar un gobierno que les ponen en bandeja. 

¿Cómo pueden exigirle a Sánchez que los independentistas no le faciliten un gobierno? Es absurdo. Porque con la simple abstención de los grupos independentistas, los votos del PSOE y de Unidas Podemos, saldría adelante la investidura. O, ¿es que pretenden montarle un golpe -otro- a Sánchez y no votarle sus propios diputados en la sesión de investidura?

Esto sería realmente escandaloso, pero hay que recordar que no sería la primera vez que algo así sucede. ¿Recuerdan el golpe que le dieron a Sánchez el 1 de octubre de 2016 en un comité federal en la sede de Ferraz? Igual se les ha olvidado: pero en aquel momento Sánchez era el Secretario General, era diputado y tenían que votar a Rajoy como presidente. Y Sánchez defendía el «no es no».

Como había un pacto por detrás de los barones, Díaz, Page, Lamban y compañía organizaron un golpe de mano para cargarse a Sánchez (políticamente). Impusieron una Gestora y así establecieron el voto de sus diputados para que Rajoy saliera investido. Sánchez dimitió como diputado, un pequeño grupo de diputados se mantuvieron en el No, y fueron sancionados por ello. De algunos nunca más se supo después. ¿Recuerdan?

En el momento en que las formaciones independentistas pudieran mostrar públicamente sus apoyos al pacto entre PSOE y Podemos, podría provocarse un nuevo golpe al actual Secretario General del PSOE

Pues atentos. Porque si Sánchez sigue adelante, en el momento en que las formaciones independentistas pudieran mostrar públicamente sus apoyos al pacto entre PSOE y Podemos, podría provocarse un nuevo golpe al actual Secretario General del PSOE. No le dejarían llegar vivo (políticamente) a un primer intento de investidura, no vaya a ser que pudiera llegar hasta allí con la abstención independentista.

¿Qué recomendaría un estratega que quiera conseguir un cambio en España que propicie superar la primera transición? Que Sánchez e Iglesias negocien con los independentistas. Que públicamente se mantengan herméticos. Que nadie sepa realmente qué van a votar en la investidura. Y consigan llegar en estricto silencio hasta la primera votación. Solamente así podría llegar vivo Sánchez, y solamente así podría intentar plantear un gobierno progresista, de la mano de Podemos y las bases para un diálogo con el independentismo.

Todo lo demás supondría para Sánchez el camino hacia una muerte (política) anunciada.

16 de diciembre, fecha decisiva

Todo apunta a que en esta fecha podría producirse la primera sesión de investidura. Justo el mismo día en que está previsto que se celebre el juicio en Bruselas sobre la euroorden de Carles Puigdemont, Toni Comin y Lluis Puig. A veces las casualidades son muy sorprendentes.

Cabe recordar la promesa que Sánchez hizo durante el debate electoral, donde se arrogaba competencia para traer a Puigdemont desde Bélgica, si era presidente de Gobierno, como si no fuera un asunto judicial. Esto le costó muy caro, porque desencadenó una enorme bola que no hizo más que crecer, llegando a su punto álgido al hablar de la fiscalía, y diciendo sin tapujos que el Gobierno indice directamente sobre ella. Ya saben lo que ocurrió: Sánchez tuvo que disculparse y desdecirse al día siguiente y la campaña quedó estancada para el PSOE.

Ese mismo día también llegaban noticias desde Escocia, al no admitir a trámite la solicitud de Euroorden contra Clara Ponsati por ser una acusación «desproporcionada». Después vino el episodio de la Comisión Europea apercibiendo a Borrell por publicar datos confidenciales de Ponsati en redes sociales. Y ayer, nuevo capítulo: Clara Ponsati queda en libertad, y ni siquiera le retiran el pasaporte. 

Y por si esto fuera poco, por el momento ya conocemos el dictamen del Abogado General de la Unión Europea que ya ha señalado que para ser eurodiputado basta con la proclamación de los resultados. O sea, que Junqueras, Puigdemont y Comín (Y Ponsati si se consuma el Brexit), tendrían inmunidad como eurodiputados con efectos retroactivos, desde el día de la proclamación del resultado de las elecciones europeas de la primavera de 2019. Y todo apunta a que la justicia europea adoptará el criterio del Abogado General, como casi siempre hace. Suponiendo un gran bofetón para España.

Esto, sin duda, está reforzando a los independentistas que saben que la batalla internacional la van a ganar. Y por ello, en cierto sentido, no se sienten apelados para colaborar con el gobierno de España, ya que la represión ha venido también de la postura del PSOE de Sánchez, y su alternativa, Page, precisamente tampoco anuncia nada mejor. Es por ello que desde el independentismo catalán no facilitarían una investidura a no ser que haya garantías de solucionar el conflicto sobre la base del derecho de autodeterminación y amnistía por el 1 de octubre. 

2 COMENTARIOS

  1. Beatriz, lo he comentado en otra publicación tuya,si los indepes son inteligentes (piensan con la cabeza y no se dejan llevar por tantas emociones) posibilitarán el gobierno de PSOE y UP. Todo lo demás no tendría ni pies ni cabeza. Un continuo estado de confrontación cansa al más templado. Sólo esa opción nos da posibilidad de avanzar a todos los progresistas y de frenar tanta insensatez disfrazada de política.

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