Sucedió durante uno de los fascinantes movimientos de expansión que realiza el festival de novela negra y policíaca bautizado como Getafe Negro y comisariado por el gran Lorenzo Silva (a quien hace años apodaba como Lorenzo El Viejo, pero cada día está más joven y más fuerte, así que a partir de ahora se lo voy a cambiar por Lorenzo El Grande).

Era Getafe Negro, era una mesa redonda y era en las «colonias» de Getafe, que ya abarcan la mismísima Castellana de Madrid o Mad Madrid. Concretamente en un salón espléndido, magníficamente equipado y gestionado, propiedad de la Fundación Mutua Madrileña.

Hablábamos de novela negra y novela histórica, y a mí me habían invitado gracias a la mediación de mi poderosísimo aliado José de Salamanca y Mayol, Marqués de Salamanca, protagonista de la novela EL HOMBRE QUE INVENTÓ MADRID, la que más éxito de público, crítica y ventas que ha tenido hasta la fecha de cuantas he publicado hasta ahora.

Aparte de batirme varias veces verbalmente con el escritor que tenía a mi derecha, Juan Gómez Jurado, expliqué mi técnica de escritura. Eso que suelo decir en las entrevistas: que soy como un actor, que apenas me documento pues me convierto en el personaje.

Algo que suelo decir aunque tengo la impresión que el público, e incluso la prensa, se suele tomar como una boutade y no como algo cierto.

Pero sucedió que allí estaba ella. En la sala de la Fundación Mutua Madrileña en Castellana 33. Ana Alonso. Con un micro en la mano. Un bonito y vistoso micro con una gran esponja amarilla sobre la que estaba estampada el logo de la Cadena Ser. Era la chica de «On the road». ¡Y había comprendido perfectamente lo que yo explicaba, pretendía decir, con eso de que la técnica que uso para escribir es similar a la de un actor!

-Claro que lo comprendo, es un caso de empatía extrema.

Y en efecto, es lo que es. Me encantó hablar con ella; las entrevistas me gustan siempre pero hay algunas inolvidables. Quedó en volver a llamarme para entrevistarme más a fondo sobre el Marqués de Salamanca y la novela. Dejé mi teléfono grabado en su magnetofón (vieja y hermosa palabra). Los números y luego mi nombre: El Marqués de Salamanca. Se río. Me reí. Y luego se apagó. Como hace siempre un buen actor o una buena actriz. Brilla y se enciende cuando es necesario; pasa completamente desapercibido cuando está en modo stand by. Por eso lo había comprendido, porque ella, Ana Alonso, amén de periodista, era y es actriz.

-Un actor debe tener un gran dominio de su cuerpo.

-No, un gran actor debe tener un gran dominio de su alma.

(Fragmento de una conversación con el gran erudito José Luis Madrigal)

Ana Alonso volvió a contactar conmigo días después a través de Algaida, la editorial que ha publicado EL HOMBRE QUE INVENTÓ MADRID, y me hizo una larga entrevista mientras caminábamos por la calle de la S, S de Salamanca, con la que el Marqués de Salamanca firmó, firmé, el barrio de las calles rectas. El resultado de la conversación fue sorprendente y tengo la generosidad, y también la osadía, de pegar el enlace más abajo por si alguien quiere escuchar el montaje (lo interesante es el audio y no el texto que se publica como explicación) que hizo Ana Alonso, la periodista-actriz (personalmente grabé en video todo el encuentro, pero esa es otra historia y desconozco si algún día lo enseñaré).

AUDIO

 

(Artículo dictado por Javier Puebla y mecanografiado por Ángel Arteaga Balaguer)

 

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