República Dominicana está de riguroso luto. No en vano ha fallecido doña Rosa Gómez de Mejía, la que fue esposa durante 58 años del expresidente Hipólito Mejía, a causa de un infarto. Quien, como yo, tuvo la infinita suerte de compartir muchos momentos con ella puedo decir que esa relación estaba basada en el amor profundo y el respeto absoluto, además de apoyarse mutuamente en los buenos y los malos momentos.
Ese respeto que se tenían se reflejaba en que Hipólito, cuando se refería a su esposa, siempre lo hacía como «Doña Rosa» y en ese último momento el rostro del expresidente mostraba la cara de la tristeza más absoluta, la del hombre que sabe que se ha marchado una parte de su alma.
Doña Rosa fue una mujer especial, de las que hay pocas. Quienes la conocimos podemos decir que era cariñosa, discreta, eficaz pero, sobre todo, entregada a su familia.
Esta abnegación hacia la familia la utilizó para revolucionar el papel de la Primera Dama en República Dominicana donde dio mucha importancia a algo que debe ser fundamental en la gobernanza: la entrega sin paliativos a las causas sociales, a servir al pueblo. Ella lo hizo y su labor fue reconocida tanto en República Dominicana como a nivel internacional. No en vano, le fue concedida una de las mayores condecoraciones de España: la Gran Cruz de la Orden de Isabel la Católica.
Doña Rosa apostó por la educación y por la familia. Desde el Despacho de la Primera Dama centró sus esfuerzos en la formación de los jóvenes, centrando su labor en la creación de programas educativos de impacto y la construcción de escuelas en los barrios y las zonas rurales.
El Museo Trampolín, el que podríamos llamar «el Proyecto de Doña Rosa» fue una verdadera revolución para la sociedad dominicana. No en vano, le mantuvo la atención durante toda su vida. El proyecto estaba enfocado a la educación integral desde la niñez.
Una gran mujer que deja a República Dominicana huérfana de quien fue su madre, su señora y su dama.
P.S.: Desde la redacción de Diario16 en España, tras el apoyo recibido en el año 2019, me piden que exprese al presidente Hipólito Mejía su más profundo pesar de parte de todas las personas que conforman la familia de Diario16.
