sábado, 20abril, 2024
19.4 C
Seville
Advertisement

Noa

Mónica Molner Andrés
Mónica Molner Andréshttp://www.monicamolner.com/
Médica, divulgadora y escritora encantada de compartir lo que pasa por su cabeza y por su vida con quien quiera leerla. Apuesta por la educación sexual y por el empoderamiento de sus pacientes.
- Publicidad -

análisis

- Publicidad -

Divina inocencia entre cartas a un Ratoncito y pasatiempos para que no se aburran los Reyes Magos en su larga noche de trabajo.

Por todos los cajones aparecen sus dibujos dedicados con tanto cariño y esmero, que me convierten en una Diógenes de recuerdos siendo misión imposible desprenderme de ellos.     Lo mejor de irme de curso es la bienvenida tan especial que me espera, porque te recibe cuando aún no has abierto la puerta porque ya oyó el sonido de unas ruedas de maleta acercándose.

Pestañas de artista en una pequeñita de corazón gigante en el que no falta su rinconcito para Mar, su eterna amiga. Disfruto viéndolas juntas, con sólo una mirada se cuentan el mundo, me encantaría que siguieran con este amor tan puro y con sus maravillosas locuras ingeniosas que ni Pipi Calzaslargas imaginó, como la de celebrar sus cumpleaños juntas en la rotonda que colme sus expectativas, o como lo de vivir juntas con sus novios en una mansión que pagarán con lo que ganen de la venta de la ropa de sus padres. Emprendedoras natas.

Noa es pura música, toda magia con sus besos y sus volteretas. La energía del Sí, los ataques de cosquillas y su monito morado al que abraza para dormir.

Los cambios de estación me evidencian que la pequeñita “luliluli” sigue los pasos de su querida teta (hermana), a veces tan de cerca, que me recuerda que pronto vendrá la pre adolescencia y dejará de hacerme dibujos y dedicatorias para pasar a esa etapa de Dragón Khan, y pasará de los columpios a subirse por las redes, pero por ahora ella mientras no para de crecer, quiere volver a ser bebé. Las fotos sólo nos recuerdan los momentos sonrisa, atrás quedaron las noches de sueño, los dolores de espalda y las pezoneras. Ya dejé de agacharme y de colgármela en la mochila, ahora ella lleva la suya y a veces, incluso se cuelga la mía.

Cada noche sigue viniendo con su antifaz de arco iris a traernos sus besos y sus te quiero para darnos la bona nit y, de vez en cuando, aún tantea la posibilidad de colarse entre nuestras sábanas con una sonrisa que esconde a una 15-M mas tauro que yo.

- Publicidad -
- Publicidad -

Relacionadas

- Publicidad -
- Publicidad -

DEJA UNA RESPUESTA

Comentario
Introduce tu nombre

- Publicidad -
- Publicidad -
- Publicidad -
Advertisement
- Publicidad -

últimos artículos

- Publicidad -
- Publicidad -

lo + leído

- Publicidad -

lo + leído