Alemania sigue dividida después de que el pasado domingo unos 800 manifestantes, convocados a través de Internet para protestar contra los “criminales extranjeros”, recorrieran las calles de la ciudad germanooriental de Chemnitz y agredieran a las personas que parecían no ser alemanas. La “caza al inmigrante” se produjo después de que una trifulca de madrugada entre unos diez hombres de distintas nacionalidades terminara con un alemán de 35 años muerto por herida de arma blanca, según informó la policía local.
El gobierno alemán lamentó el asesinato, aun no esclarecido, (aunque este lunes la fiscalía emitió órdenes de detención contra un sirio de 22 y un iraquí de 23) y repudió todo tipo de “acoso” contra “quienes tienen aspecto u origen distinto”.