Una de las cosas más llamativas de estos tiempos infames que nos han tocado en suerte es la sistemática perversión del lenguaje por parte del poder, que quiere hacernos ver lo negro blanco o lo blanco negro según convenga a sus fines, hacer que comulguemos con ruedas de molino que se decía antes, sirviéndose para ese siniestro propósito de la palabra, del mismo modo grosero, cínico y desvergonzado que un charlatán de feria se sirve de ella  para vendernos su fraudulento producto.

Lo que pone los pelos de punta es el menosprecio, la burla, la prepotencia, de los actuales gobernantes hacia los gobernados que nos tienen por idiotas, por retrasados, por tontos de baba.  Porque no es que no haya la menor empatía por parte del actual gobierno hacia un país que mayoritariamente confió en ellos dándoles el voto, no es que no haya el menor miramiento, el menor  respeto hacía los que menos tienen, a los más débiles de la sociedad, a los que han arrebatado impunemente en cuatro días lo poco que tenían, la poca seguridad en el empleo, el poco sueldo, los pocos derechos y libertades que les permitía una vida más o menos digna, no, lo que estamos sufriendo, más que la peor cara de perro del capitalismo, es un implacable sadismo por parte del poder que ha decidido arrasarnos por completo, desmantelar esa conquista social que era el Estado del bienestar y que se creía intocable por más vaivenes y avatares que pudieran afectar al país. Ese Estado del bienestar y de derecho que todos creíamos a salvo de las alternancias entre partidos políticos. Y ese sadismo se manifiesta con toda su crudeza en el lenguaje con el que un día sí y otro también insultan nuestra inteligencia. No es solo que no nos muestran el debido respeto, es que nos agreden riéndose en nuestra cara. Nos mean y dicen que llueve.

Vean ustedes si no es agresión cuando nuestra gran presidenta regional y número dos del PP, la señora De Cospedal nos dice que Luis Bárcenas, el ex tesorero del PP “the fucking master of the universe” como le llaman en El intermedio,  al que su partido le seguía pagando la nómina mientras ella mentía diciendo que le habían despedido, se atreve a regalarnos esa bella “figura poética” llamada “indemnización en diferido”. El mismo Luis Bárcenas al que Rajoy le escribe un cariñoso, conmovedor y enternecedor correo electrónico con estos términos: ”Aguanta Luis, sé por lo que estás pasando” o  “Luis sé fuerte”. Pero hay más, mucho más. Ante la sangrante marcha de nuestros jóvenes, los mejor preparados de la historia de este país, los que deberían dirigir el despegue de la nación, la ministra de trabajo, o ministra del paro, que atiende por Fátima Báñez, en un alarde de cinismo sin precedentes los define como “movilidad exterior” y la gran Esperanza Aguirre va más allá calificándolos de “aventureros” que van al extranjero a buscar “nuevos horizontes profesionales”. Tampoco nuestro ex presidente, el Zapatero prodigioso, renunció a tomarnos el pelo cuando definió a la crisis económica, a la que no vió como no vería a tres curas sobre un montón de nieve, de “Desaceleración transitoria de la economía”. La vicepresidenta del gobierno, la señora Sáenz de Santamaría que, transformada en hormiga atómica, se viene arriba y a la subida del IRPF, una subida como tantas que negaron en el programa electoral, le llama “recargo temporal de solidaridad”. El Banco Central Europeo, una institución que parece especialmente diseñada para hundirnos en la pobreza más absoluta, tampoco se queda atrás en este amargo inventario de indecencias cuando a la brutal bajada del sueldo de los trabajadores, una bajada que exige con  contundencia amenazando con duras medidas si no se produce, la llama “Devaluación competitiva de los salarios”. Luis de Guindos, nuestro ministro de economía, ex director de Lehman Brothers en España, y con eso ya está todo dicho, llama “préstamo en condiciones muy favorables” al multimillonario rescate de la banca con dinero público a fondo perdido, dinero que, no olvidemos, fue sacado del cajón de la sanidad, la educación y de otras arcas públicas que nunca deberían haberse vaciado para salvar el pellejo a los banqueros. Unas decenas de miles de millones de euros que volverán a las arcas públicas exactamente cuando las ranas, o el propio De Guindos, echen pelo. De Guindos también llama “Gravamen adicional” a  la subida del IVA pura y dura. Otro ministro, el de Hacienda y Administraciones públicas, el señor Montoro, es merecedor de figurar en lo más alto de este poco donoso escrutinio por muchas razones, pero por razones de espacio  nos quedamos solo con dos de sus perlas: “Los salarios están subiendo” cuando es evidente lo contrario, además de las pérdidas de derechos y la precariedad laboral rampante, o “Medidas excepcionales para incentivar la tributación de rentas no declaradas” como llamó a la injusta amnistía fiscal de la que se beneficiaron los defraudadores que aquí son legión. También es digno de aparecer aquí el “president” Mas, que aprovechando la debilidad del Estado, su agonía política, económica y moral, muestra su pelaje, su condición insolidaria sacando irresponsablemente del armario el espantajo del nacionalismo al tiempo que a pagar por ir al médico en Cataluña le llama “Tique moderador sanitario”.

Rajoy, además de esas tiernas palabras a su amigo Bárcenas, también ha sembrado los medios de comunicación de frases dignas de figurar en esta inacabada e inacabable retahíla de mentiras adobadas de obscenidades, disimulos, eufemismos y circunloquios con que nos azotan a diario.  A la pavorosa caída del PIB español, Rajoy le llama, con un par, “Crecimiento económico negativo”. Y a los brutales y despiadados, además de profundamente injustos, recortes ordenados por la troika al mando de la Merkel, ante los que, al parecer, solo cabe agachar las orejas y obedecer, cuando debería rechazarlos con un contundente puñetazo en la mesa de la UE, Rajoy les llama “Reformas estructurales”. Siguiendo con esa perversión del lenguaje podemos decir de un asesino en serie que es un “contumaz inhibidor, con carácter permanente, de procesos vitales humanos”.

En este somero repaso a las miserias patrias no puede quedarse fuera  la familia real, de la que solo oír el nombre de algunos de sus miembros, ya nos produce un instantáneo repelús y que siguen superándose por dar cada día más grima y espanto al sufrido contribuyente. Esta modélica familia cuyos miembros son mantenidos a cuerpo de Rey, nunca mejor dicho, por todos nosotros y que, no obstante, cobran tarifa aparte por cada una de sus mediaciones en adjudicaciones de contratos millonarios, llamaron al divorcio de doña Elena y don Jaime “cese temporal de la convivencia” y a Urdangarín, el duque empalmado, un ladrón de categoría especial que destaca por méritos propios en el apretado escalafón del latrocinio hispano, lo cual no es poco decir, le definen como “persona de comportamiento no ejemplar”. Tampoco su mujer, la infanta doña Cristina, desentona en este patio de pícaros cuando afirma que está dispuesta a colaborar con la justicia y en toda su larga comparecencia ante el juez no dice otra cosa que “no sé, no me acuerdo, no me consta”.

Hay mucho más que rascar, todos conocemos frases de este estilo que ponen a prueba nuestra humana capacidad de resistencia, de modo  que mejor paramos, porque seguir ampliando esta ristra sería un ejercicio de innecesaria crueldad y desconsideración para con los lectores.

También los dirigentes arriba nombrados y otros de su cuerda respiran cinismo por todos sus poros cuando hablan de la mejora de la situación, será la suya, mientras se sabe que nuestro país se coloca líder con varios cuerpos de diferencia en lo que respecta al desequilibrio social. La desigualdad crece en España desde 2007 más que en cualquier otro país de la UE. Y todavía sacan pecho y se cuelgan méritos que no merecen en modo alguno y lo saben. Y aparecen exultantes ante las cámaras, exhibiendo sonrisas de dentífrico y echando consignas aquí y allá, esas consignas, esas delirantes frases, algunas de las cuales hemos traído aquí y otras que a diario van sacando de la churrera sin el menor recato ni decoro, sin la menor vergüenza.

Nos están faltando al respeto un día sí y otro también y nadie de los que padecemos este intolerable comportamiento, esta provocadora manera de gobernar que raya, cuando no cae de cabeza, en el sadismo entendemos por qué seguimos adelante con los faroles como si no pasara nada. ¿Seremos acaso masoquistas?. Como dijo uno de mi pueblo hace poco: “Parece mentira, seis millones de parados y ni siquiera saltan “bolliscas”.

El PP está cayendo en un trágico error cuando se empeña en seguir construyendo, a uña de caballo y sin ningún  miramiento, sin asomo de empatía, un modelo de sociedad, de “casa”, que deja fuera a los parados, a los trabajadores en precario y a los pobres en general. Un colectivo de pobres con trabajo y sueldos miserables y pobres sin trabajo, jubilados, afectados por las preferentes, por los desahucios, enfermos en los pasillos, dependientes y otras víctimas en menor o mayor medida de los recortes abusivos que constituyen tres cuartas partes de los habitantes de este país. ¿De verdad creen que una casa así, sin cimientos de justicia social, de reparto equitativo de la riqueza, de ética, de solidaridad, de dignidad, de decencia, de derechos, de sólidas instituciones públicas aguantará mucho tiempo en pie?. ¿De verdad creen que pueden construir un país dejando al margen a millones de sus ciudadanos?. Qué piensan ustedes hacer con los millones y millones de españoles que les sobran, los que quedan fuera del modelo social que están implantando, ¿campamentos de refugiados?, ¿concertinas melilleras, muros fortificados kilométricos modelo Trump, vallas electrificadas tipo “Jurasic Park”?. Más vale que piensen en un país de todos y para todos. Hace treinta y tantos años Víctor Manuel cantaba a grito pelado aquello de: “Aquí cabemos todos o no cabe ni Dios”. Por desgracia hemos retrocedido hasta esa época y la canción vuelve a ser actual.

Y en medio de todo este despropósito, de todo este tsunami neoliberal, de esta miseria social, económica y, sobre todo, moral, no olvidemos una cosa: que  la fuerza de los políticos que nos “gobiernan” sólo es un accidente derivado de nuestra debilidad, de nuestra incomprensible indiferencia, de nuestra aterradora incapacidad de decir que hasta aquí hemos llegado.

3 COMENTARIOS

  1. …pues a pesar de todo, Sr. Tello, siguen ganando elecciones, lo quecdemuestra que, o somos tontos del haba o hay unos pucherazos (lease ley electoral) de padre y muy sr mio

  2. #Neoliberalismo y #cinismo: #Robar: #estafar, #timar, #quitar, #hurtar, #afanar, #mangar, #atracar, #sisar, #despojar, #desvalijar, #defraudar, #usurpar, #malversar, #sustraer, #expoliar, #limpiar. #Engañar. #mentir, #burlar, #fingir, #falsear, #equivocar, #confundir, #falsificar, #enredar, #desorientar, #despistar, #liar, #seducir, #embaucar, #aparentar, #traicionar, #decepcionar.

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