Grabado original de la inauguración del cementerio de Epidemias el 13 de septiembre de 1884.

Retomando la idea de que los cementerios son nuestras más queridas enciclopedias de historia, grabada en piedra sobre grandes jardines, hay uno cuyo contenido nos afecta a todos como nación: La Necrópolis del Este de Madrid y su cementerio Civil.

La Necrópolis del Este-Civil, conocida desde el franquismo como Nuestra Sra. de la Almudena, no solo es el cementerio más grande Europa en extensión (120 hectáreas), en él se encuentran enterradas las envolturas corporales de las personas más significativas de todos los sectores de nuestra sociedad: Presidente de la Republica, del Gobierno, destacados políticos de todas las ideologías, dos Premio Nobel, escritores, actores, toreros, inventores, científicos…. También muchos hombres y mujeres, nombres anónimos pero protagonistas de importantes acontecimientos de nuestra historia.

Pero antes de sumergirnos bajo la rasante para darles voz, debemos conocer, aunque de forma breve, la historia de esta Necrópolis. Una larga historia ¡toda gran obra requiere su tiempo!

Fue Carlos III el propulsor de los cementerios como hoy los conocemos. En 1787 editó su Real Cedula, señalando “la conveniencia y necesidad, por higiene, de terminar con los enterramientos dentro las iglesias y realizarlos en sitios ventilados”.

En Madrid tardamos 100 años en empezar a cumplirlo y hasta 1876 el Ayuntamiento no creó la comisión encargada de construir la Necrópolis del Este. En 1877 se convocó el concurso para elegir el proyecto y en abril de 1878 se conoció el ganador, el titulado “Donde se soterran los muertos e tornan sus huesos en cenizas”. Pero tuvieron que pasar 49 años hasta que la Necrópolis del Este fuese inaugurada.

Medio siglo en que sucedieron muchas cosas que iremos relatando: expropiaciones, problemas económicos, políticos, huelgas de trabajadores, cambios en el proyecto… y una epidemia de cólera que forzó a construir un cementerio provisional “el de epidemias”, pero el principal escollo fue la oposición de la Iglesia Católica que no quería perder los ingresos económicos que recaudaban al enterrar en sus iglesias.

Y fue la inauguración del cementerio Civil la que provoco que la iglesia aceptara los cementerios municipales. El 9 de septiembre de 1884, el ayuntamiento de Madrid decide dar un paso adelante para forzar la bendición de la Iglesia de la Necrópolis e inaugura el cementerio Civil con la asistencia del Rey Alfonso XII. Maravillas, esa joven de 20 años que decidió desaparecer de la tierra, no se imaginó que su nombre pasaría perpetuamente a la historia y que su acto sirvió para ganar la batalla a la iglesia que al día siguiente llegó a un acuerdo con el Ayuntamiento. Por supuesto un acuerdo económico y de poder: el ayuntamiento pagaría a la iglesia 5 pesetas por cada enterramiento de adulto y 2,5 por los de párvulos; además el Capellán seria el máximo responsable del personal del cementerio.

El Cementerio Civil, seguirá dando ejemplos de Libertad, de Igualdad y de Fraternidad durante toda su existencia.

El día 13 se bendijo el cementerio católico de la Almudena o “de epidemias” y el 15 se produjo el primer enterramiento, en este caso un niño de 14 meses, Pedro Regalado Olmos y Ania.

Siguieron los problemas en la construcción de la original Necrópolis del Este y no fue hasta el 17 de julio de 1925 cuando otro rey, Alfonso XIII inaugurara el Cementerio más grande de Europa.

En estos 133 años han sido muchos y muchas los ciudadanos que se han censado como moradores de esta otra ciudad, algunos y algunas han sembrado nuestra sociedad con sus ideales, con sus logros, con sus obras…semana a semana iremos reviviéndolos.

 

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Experta en Protocolo y Organización de eventos. Experta Gestión en Servicios Funerarios. 30 años de experiencia en el sector funerario. Presidenta y fundadora de las Asociaciones Fraternidad Cívica-Cementerio Civil y Asociación Cementerios. Fundadora de la Asociación Aquellos Jóvenes. Delegada en Madrid de la Fundación para la Cooperación APY-Solidaridad en Acción.

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