La Ciudad de México perdió su vocación democrática, esa que la convertía en el ejemplo a seguir para el resto del país, se confirma la operación de la delincuencia organizada a partir de la incursión de las Fuerzas Armadas a territorio capitalino para ejecutar a presuntos miembros del Cártel del Oriente.

Pese a los hechos el Jefe de Gobierno se resiste a reconocer la dimensión del problema e insiste en su estrategia de negar hasta lo evidente, hasta al grado de lo absurdo, cabría preguntarse ¿Si se tratara tan solo de una banda de narcomenudistas por qué se necesitó de la marina? 

La negación tiene una razón política y entraña otra negación que es el hecho de que se le fue de las manos la Ciudad a Miguel Ángel Mancera, no pudo ni con la delincuencia ordinaria y mucho menos podría con estas expresiones criminales, perdió el territorio ante el crimen y para su combate entregó el mando a la federación.

En la Ciudad de México hay policías buenos y son los más, sin embargo, el buen policía en este gobierno es utilizado para cuidar los intereses de las empresas de los inmovilizadores o las grúas, porque de prevención del delito poco o nada se hace, el método democrático que caracterizaba a esta Ciudad fue alcanzado por la gangrena de la política de la guerra contra el narcotráfico.

Es paradójico que un gobernante con una formación policiaca y judicial, al haber pasado por todas las instancias de justicia, su principal debilidad sea precisamente la inseguridad, problema que sintetiza el fracaso de la prevención del delito y de procuración de justicia, entonces ¿si no estamos ante un gobernante improvisado en temas de seguridad y de justicia por qué vivimos esta inseguridad?

La respuesta es corrupción, no existe una sola política que destaque en esta administración más que la corrupción, la política social que llegó a ser su fuerte es hoy la industria de la dádiva para alimentar voto cautivo, la ciudadanía reducida a una red clientelar.

La Ciudad del crimen sufre la amenaza de convertirse en la Ciudad del terror, es bien sabido lo que sucedió en Tamaulipas, Michoacán, Guerrero y Estado de México. En todos los Estados de la república en los que se ha dado esa llamada guerra contra el narcotráfico, la población sufrió vejaciones, violaciones y hasta las consabidas ejecuciones. Todo en nombre de la lucha contra el narcotráfico.

La Ciudad de México experimentó la mayor aproximación democrática en la historia del país precisamente por diferenciarse de esa política, en lugar de ejercito patrullando existió una decidida política social y una fuerte política de prevención del delito.

Estamos en presencia de la adhesión de Miguel Ángel Mancera a esa política que instauró Felipe Calderón para darle la vuelta a su elección fraudulenta, ese uso maniqueo de la justicia se confirma al encabezar la campaña en contra del nuevo sistema de justica adversarial basado en el principio de presunción de inocencia y el uso excepcional la prisión preventiva.

Los Derechos Humanos viven una severa crisis en México, la libertad de expresión está seriamente amenazada por la caída del último reducto que representaba la Ciudad de México, único espacio en el que se podían ejercer las libertades sin miedo a ser asesinado, desde el multihomicidio de la Narvarte se percibía el tufo de la tiranía.

¿Cómo explicar que hasta el momento la procuraduría de justicia de la Ciudad no ha ejercido acción penal en contra de Javier Duarte por las amenazas cumplidas en contra de Rubén Espinosa y de Nadia Vera? 

Se acabaron las diferencias tan igual Miguel Ángel Mancera como Javier Duarte o Roberto Borge, gobiernos hijos del mismo gobierno, el de Enrique Peña Nieto el más corrupto en la historia de México y vaya que está llena de corrupción.

El enemigo no es más la pobreza o la desigualdad, el nuevo enemigo es la delincuencia, así que no es la causa sino la consecuencia lo que estará siendo el blanco de esa política, pese a todo hay esperanza ante la inminente renuncia del Jefe de Gobierno, esa esperanza crece a medida que se acaba su mandato.

1 COMENTARIO

  1. Esto en la España «Democratica» no interesa en absoluto que se sepa.Aquì lo unico que interesa es que un pais soberano y liibre como Venezuela caida de nuevo en manos del F.M.I
    ¿Que a los Mejicanos os matan por decenas?A los medios españoles eso ni le va ni le viene.Lo primero de todo es que caiga venezuela,no hay más.
    Esperemos que al tal Ricardo anjoso,libertador de venezuela,algùn dia escriba algo sobre la dictadura mejicana y el hambre que estàn pasando el Argentina….aunque creo que no hay lo que tiene que haber….

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