Como es natural no podemos asegurar que Nadal, el gran Rafael Nadal, lo haga de modo consciente, aunque pensamos que tampoco es imposible que sea algo premeditado: usar a sus contendientes en las primeras rondas de los grandes torneos como SPARRINGS, para entrenarse y ponerse a punto.
Se lo hemos visto hacer en muchas veces, sobre todo después de que pasase periodos sin jugar a causa de lesiones. Necesitaba volver a rodarse, así que dejaba que sus rivales le ganasen el primer set, incluso el segundo si se trataba de un Gran Slam. Y una vez que se dejaba ganar, o eso nos parecía a nosotros, Nadal sacaba músculo y los ponía en su sitio.
En una ocasión, sólo en una ocasión, en un máster 1000, no recordamos exactamente en cuál, no fue capaz de remontar ese set en contra y acabó perdiendo el partido. Pero todas las otras veces que le hemos visto hacerlo: perder el primer set contra rivales inferiores, luego ha salido victorioso del encuentro.
En el Open de los Estados Unidos es evidente que lo está haciendo. Consciente o inconscientemente, repetimos, pero lo está haciendo. Perdió el primer set contra Hijikata, y cuando le pareció suficiente entrenamiento fue sometiéndolo, y le ganó los tres siguientes sets seguidos con un mínimo de tres juegos de diferencia.
Y lo mismo con Fognini, donde ya se permitió machacar a su SPARRING por completo en los dos últimos sets que jugaron, derrotándolo por 6- 2 y 6- 1.
Con Gasquet probó otro camino: a ver si era capaz de someter a su rival desde el primer momento. 6-0 y 6-1… Era capaz, por supuesto. El tercer set luego le costó un poco más, o quiso que le costara para probar nuevos desafíos personales.
Tal vez sea nuestra admiración por él, pero Nadal muchas veces parece que se halla muy por encima de lo que está haciendo. Y por eso creemos en que lo de los SPARRINGS es cierto y lo hace ex profeso.
En cualquier caso nuestra admiración y nuestro aplauso. Hasta en las más pequeñas cosas de nuestras vidas utilizamos con frecuencia a Rafael Nadal como faro y como ejemplo.
Tigre Tigre
