La UE tiene muros construidos contra la emigración seis veces más largos que los del muro de Berlín. Así lo pone de manifiesto el informe de los catalanes Ainhoa Ruiz Benedicto y Pere Brunet, que documentan “el muro de la vergüenza de la UE contra los inmigrantes”. Su trabajo, financiado por Europa y varias entidades entre las que destacan las fundaciones vinculadas a los multimillonarios Rockefeller y Soros, se ha publicado por el Instituto Transnacional.
Este informe, según publica La Celosía, examina los muros del miedo avivados por los partidos xenófobos que han crecido en popularidad e influyen en la política europea. Los autores de este estudio consideran que esta situación ha creado un mundo cada vez más hostil para las personas que huyen de la guerra y la persecución política. Diez de los 28 estados miembros (España, Grecia, Hungría, Bulgaria, Austria, Eslovenia, Reino Unido, Letonia, Estonia y Lituania) han construido muros en sus fronteras (consultar todos en la página 23) para prevenir la inmigración, todos ellos pertenecientes al área Schengen, excepto Bulgaria y el Reino Unido.
España, triste pionera
España es un claro ejemplo, tal y como se pone de manifiesto en el informe, de este “muro de la vergüenza”. De hecho, los muros de España se levantaron en 1993 en Ceuta, con una extensión de 6,3 kilómetros, y en 1996 en Melilla, de 9,3 kilómetros para controlar la migración en su frontera con Marruecos (consultar página 27).
Para los investigadores catalanes, España es el ejemplo paradigmático de la gestión de los flujos migratorios. según Ainhoa Ruiz Benedicto y Pere Brunet, “Es el primer Estado miembro de la Unión Europea en construir ‘cercas’ para la gestión de los flujos migratorios en los años noventa. Además, también fue pionero en el estado de militarización de las cercas y en el desarrollo de tecnología para el control de fronteras, como el SIVE (Sistema de vigilancia externa integrada)”, explican en el informe.
