Médicos sin fronteras aplaude que EE.UU. comparta la vacuna de AstraZeneca

La organización insta al Ejecutivo de Biden a transferir la tecnología de vacunas y la información de producción esenciales para que más fabricantes de todo el mundo puedan contribuir a incrementar el suministro mundial

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Médicos Sin Fronteras (MSF) da la bienvenida a la decisión de la Administración Biden de donar dosis de la vacuna contra la COVID-19 de AstraZeneca a otros países. Dado que Estados Unidos se ha asegurado muchas más vacunas de las que necesita, compartir el excedente de dosis con el resto del mundo redundaría en la vacunación de un mayor número de personas. MSF subraya que el Gobierno de EE.UU. también debería movilizar la transferencia de tecnología de vacunas y de información de producción esenciales para que más fabricantes de todo el mundo puedan contribuir a incrementar el suministro mundial.

Dra. Carrie Teicher, directora de programas de MSF Estados Unidos  

«La decisión de Estados Unidos de donar vacunas COVID-19 de AstraZeneca es un paso importante y positivo para avanzar hacia el acceso equitativo a las vacunas contra el coronavirus en todo el mundo. Conseguir que estos 60 millones de dosis salgan de los estantes y lleguen a los brazos lo antes posible protegerá directamente a 30 millones de personas frente a la COVID-19.

«EE.UU. debe transferir con urgencia todas sus dosis excedentes —no solo las fabricadas por AstraZeneca— a la iniciativa COVAX e impulsar la producción a nivel mundial para que se puedan fabricar más vacunas en más lugares», Dra. Carrie Teicher, directora de programas de MSF Estados Unidos

Pero este es solo uno de los pasos que debe dar el Gobierno estadounidense. EE.UU. debe transferir con urgencia todas sus dosis excedentes —no solo las fabricadas por AstraZeneca— a la iniciativa COVAX e impulsar la producción a nivel mundial para que se puedan fabricar más vacunas en más lugares.

Mientras la población en Estados Unidos se está vacunando a un ritmo récord, no podemos permitirnos el lujo de cerrar los ojos y hacer como si no pasara nada. El acaparamiento de vacunas contra la COVID-19 en EE.UU. al final solo nos perjudicará a todos; cuanto más tiempo se tarde en vacunar a todo el mundo, mayor será el riesgo para todos ya que las nuevas variantes tienen más oportunidades de afianzarse.

Estados Unidos se ha asegurado suficientes dosis para proteger a toda su población de 330 millones y todavía así tiene un superávit de más de 500 millones de dosis por lo que debería donar vacunas a COVAX de inmediato. Mientras tanto, solo el 0,3% del suministro mundial de vacunas COVID-19 ha llegado a países de bajos ingresos.

«Necesitamos que Estados Unidos exija a las empresas farmacéuticas que recibieron financiación pública para desarrollar las vacunas COVID-19 que compartan sus tecnologías y conocimientos con otros fabricantes que estén dispuestos a ayudar».

Si queremos acabar con esta pandemia, necesitamos que Estados Unidos exija a las empresas farmacéuticas que recibieron financiación pública para desarrollar las vacunas COVID-19 que compartan sus tecnologías y conocimientos con otros fabricantes que estén dispuestos a ayudar. Esto permitirá vacunar a millones de personas en todo el mundo lo antes posible.

Donar el excedente de dosis a COVAX y facilitar el aumento del suministro son medidas que el Gobierno de los Estados Unidos puede tomar ahora para hacer frente a este desafío mundial y ayudar a terminar con esta pandemia».

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