Miles de maestros y profesores han hecho huelga hoy en Hungría para exigir el fin de la vacunación obligatoria en el ámbito educativo.
Junto a esta protesta también sus exigencias de aumento salarial y disminución de sus cargas laborales. Decenas de organizaciones de diferentes sectores, tanto dentro del académico como hasta los bomberos se han solidarizado hoy con los huelguistas. Además, también han recibido apoyo desde el exterior, como sindicatos alemanes, franceses y polacos.
El Gobierno ha considerado que esta huelga ha sido ilícita y ha señalado «que tendrá consecuencias». Lo cierto es que el salario medio de un profesor en Hungría es de 610 euros brutos mensuales. Esta cuestión, sumada a la obligatoriedad de la vacuna para poder dar clase, ha hecho que en los últimos meses se haya producido una gran cantidad plazas vacantes.
Según la información publicada, habrían sido unos 20.000 docentes los que han secundado la huelga, a pesar de las amenazas del Gobierno.
Como nos han enseñado: si no hay sí es no. No es no. En mi cuerpo decido yo. Si no quiero que me metan venenos por aguja, se acabó la discusión.
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