El régimen al descarrilar al Frente del PAN y el PRD, descartó la vía pacífica para preservarse, se ha decidido por la imposición de José Antonio Meade a través de su histórico método: la violencia.
Cuando el candidato del PRI advirtió que se impondrían como se impusieron en el Estado de México hizo una abierta amenaza de replicar el uso de la fuerza para alterar el voto.
El régimen está tentado al uso de la fuerza después de fracasar en todos los ensayos para conservarse, primero pensaron promover un sistema de segunda vuelta, después hablaron de un supuesto fenómeno político abanderado por un independiente, después salieron con el Frente Amplio que terminó convertido en Frente Delictivo y finalmente se decidieron por el tecnócrata postulado por el PRI.
Mientras el régimen no encontró la forma de reinventarse, su opositor por excelencia en lo que va del presente siglo sí lo hizo, Andrés Manuel López Obrador, con todo y que lo dejaron hasta sin partido con el llamado Pacto por México.
Este pacto hizo de la Constitución una ley a modo para la corrupción, refrendó al país como el paraíso de los negocios al amparo del poder público, eso fue el pacto, aunque hoy quieren culpar y jurar que encarcelaran a Peña Nieto.
Ayer no sólo pactaron desde la penumbra y cobraban bonos por alzar la mano por cada Reforma que ni se discutía ni pasaba por comisiones, llegaron al exceso del elogio público, sobran los discursos complacientes de Ricardo Anaya.
Mientras terminaban de liquidar los recursos del país, Andrés Manuel López Obrador fundó Morena y lo más importante concitó un verdadero movimiento que a diferencia de los anteriores se simplificó a la lucha contra la corrupción.
La limitación a la lucha contra la corrupción tan sólo es aparente porque en realidad concita a una inmensa mayoría que abarca a todos los grupos y sectores, ya no es una posición de la izquierda para las izquierdas, se trata de un corrimiento al centro pero que en el actual contexto es un proyecto de salvación nacional.
El cambio se respira, el pueblo tiene salida mientras el régimen corrupto está trabado en la contradicción, una condición inmejorable para realizar el sueño de alcanzar un cambio sin la ofrenda de vidas que suelen demandar los cambios.
Además de la contradicción del PRI con su Frente, están sus creaciones independientes de los que ninguna estorba a Morena por el contrario le come puntos. Mientras al Régimen todo le salió mal a López Obrador todo le ha salido al centavo, hasta políticos de la derecha se le adhieren, antes le proferían calumnias hoy lo reivindican como la esperanza de México.
Esto echa por tierra la acusación favorita del régimen ¿Qué clase de tirano es ese que en su Comité de campaña invita a quienes lo acusaban de ser un peligro para México, de ser un “Chávez”? tendrán que ser más profusos los intelectuales del régimen desde los Krause hasta Vargas Llosa para explicarlo.
La voluntad de cambio del pueblo es manifiesta, mujeres y jóvenes son quienes sufren con especial rigor la crueldad de un régimen que tiene a más de 60 millones en la pobreza, van alrededor de 300 mil ejecutados y centenares de desaparecidos, es difícil encontrar una familia libre de agravio.
El pueblo tiene candidato propio, un candidato partidario de la vía pacífica que por más que lo acusen de lo contrario toda la vida ha manifestado su rechazo a la violencia, esta es, más bien sobre la que descansa el actual régimen y hay que combatirla pacíficamente y el instrumento pacífico por excelencia es el voto.
Votar es de patriotas, promover el voto es de ciudadanos conscientes y defender la voluntad popular es revolucionario, así que hay que hacer la Revolución, hay que denunciar, hay que usar las redes sociales para exhibir a los delincuentes electorales del PRIAN, la mapachada que trafica con la necesidad de los que menos tienen y promueve el miedo de los que menos saben.
