La situación en México es difícil de resumir por la complejidad de su economía y su estructura sociopolítica. Sin embargo, trataremos de hacer un análisis de cómo es su esperpéntica situación.

En referencia a la gestión de la pandemia del COVID-19 bastará con mostrar las últimas cifras para comprender el estado del país azteca: 2,11 millones de casos detectados y 187.000 muertos. Todo ello con las incógnitas que generan las informaciones de la Subsecretaría de Salud y Hugo López-Gatell, de quien se asegura que sólo ha tenido en cuenta criterios políticos dejando aparcados los científicos.

Al frente de los innumerables críticos se encuentra la microbióloga y doctora en medicina por la universidad de Harvard, Laurie Ana Ximenez, con su libro Un daño irreparable. Criminal gestión de la pandemia en México. En este libro, la científica consigue que toda la gestión quede en entredicho: cifras, políticas e, incluso, dónde han terminado los recursos empleados y fines para los que se han utilizado.

En cuanto a la política económica del gobierno de Andrés Manuel López Obrador, un dato muy revelador: solo Pemex arroja unas pérdidas en su explotación equivalentes al 2% de PIB mexicano.

Sin embargo, esto es la punta de un iceberg de decisiones erróneas, algunas, por qué no, estrafalarias de un presidente más volcado en reforzar su propia imagen que en reactivar una maltrecha economía. La cancelación del aeropuerto de la Ciudad de México ha costado, sólo en indemnizaciones, 325 millones de dólares; la cancelación de la cervecera Constellstion Brand después de invertir 990 millones de dólares; la política de la reforma de la ley eléctrica dando preferencia a las «tecnologías sucias» con prioridad del combustóleo y dejando fuera energías limpias y, en consecuencia, dejando fuera del mercado a empresas como Iberdrola o Energy; obras faraónicas sin sentido como el llamado Tren Maya con un coste de 3.727 millones de pesos o la refinería Dos Bocas con 3.121 millones de pesos. Todo ello, unido al férreo control de la Suprema Corte de Justicia o Tribunal Electoral Federal.

La pasividad del Gobierno de López Obrador ante la violencia de los narcotraficantes ha provocado un aumento en solo 2 años del 60% de los asesinatos sobre la peor estadística de México que se dio durante el gobierno de Calderón

Además, en el último semestre en México se ha producido una salida de capitales por valor 8.700 millones de dólares. Todo ello unido, además, y volviendo a la estrategia de lucha contra el COVID-19, el gobierno de López Obrador  está aplicando una política de vacunación dirigida y con intereses electorales, así como la total ignorancia de la corrupción en organismos del propio gobierno, de la que es el mayor exponente su propio hermano, lo que genera una difícil creencia en esas esencias predicadas por un presidente que ahora se aferra a un programa diario de televisión en el que únicamente ataca a todos aquellos que se oponen a lo que será, sin duda, una de las épocas más oscurantistas de ese magnífico país llamado México.

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