Llevamos algo más de un mes desde que comenzamos el año y prácticamente tenemos la obligación de hacer balance y ver cómo estamos ahora en este momento con respecto al año pasado.

Si bien es cierto que el año pasado por estas fechas el ejercicio comenzó con dobles dígitos en positivo, sacábamos pecho pensando que el año iba a ser un camino de rosas y mucho más lejos de la realidad,  ya que a partir del primer tercio del año el mercado comenzó a una espiral bajista llena de incertidumbres y dudas en todos los ámbitos.

Este giro repentino que tomó el mercado entonces era prácticamente inesperado, ya que hasta entonces el mercado se estaba comportando como un reloj suizo, tanto el año anterior como el comienzo del año 2018,

Pero tras la sucesión de varios acontecimientos seguidos el mercado se dio la vuelta y cambió de forma repentina arrastrando esta negatividad hasta finales de año, año que resultó devastador en lo que a la renta variable se refiere.

El comienzo de 2019, la verdad es que ha sido bastante bueno, cambiando por completo toda la espiral bajista en la que estábamos inmersos a finales de año y cambiando el sesgo y el optimismo sobre la perspectivas de la renta variable global.

Sin embargo no hay que dejar de lado la memoria ya que este comienzo de año nos suena familiar, con lo que tenemos que ser cautelosos,  pues esta misma situación puede volver a repetirse, no sería la primera vez.

Si bien es cierto que a pesar de estos movimientos alcistas estamos a la expectativas, hay que reconocer que el lavado de cara que ha generado el mercado de renta variable es incuestionable , porque la renovación de ilusiones que han marcado las primeras semanas del año ha mejorado las perspectivas para este mercado.

 

Daniel García es analista de XTB

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