Médicos Sin Fronteras se ha visto forzada a cerrar el centro de aislamiento de COVID-19 que había instalado en la isla griega de Lesbos, después de que las autoridades locales impusieron a la organización varias multas, con posibles cargos penales, relacionados con la normativa urbanística.
MSF advierte que el cierre del centro de aislamiento reducirá significativamente la capacidad de respuesta de COVID-19 en la isla y podría tener consecuencias terribles en caso de que ocurra un brote en el centro de recepción Moria, donde más de 15.000 refugiados viven hacinados y en condiciones insalubres.
El centro de aislamiento era el único lugar en Lesbos que proporciona un espacio seguro para que las personas de Moria con síntomas de COVID-19 pudieran aislarse y recibir atención médica.
MSF condena rotundamente que las autoridades no hayan encontrado una solución para mantener abierto el centro de aislamiento: “Estamos profundamente decepcionados. En medio de una pandemia como la actual, y a pesar de los esfuerzos de varios actores relevantes, las autoridades locales no han invalidado estas multas”, ha reprochado Stephan Oberreit, coordinador general de MSF en Grecia.