Las mayores victorias de Dum Dum Pacheco han sido en el boxeo; en la vida, las derrotas le acompañan desde la infancia: pobreza, malos tratos, delincuencia, cárcel… Nos lo cuenta el propio José Luis Pacheco en su libro Mear Sangre. En primera persona, de la manera que solo puede contarlo quien lo ha vivido, crudo y escrito a cincel, con escasos referentes literarios y todas las virtudes que eso conlleva. Un narrador intuitivo, sin filtro, que con un estilo casi magnetofónico narra con una naturalidad pasmosa los episodios terribles que le sucedieron. Familiarizado con la violencia hasta el extremo, no la adorna ni la ensalza, en sus palabras no está la fascinación de quien no la ha sufrido, solo son cosas que pasan, cosas, muchas de ellas inconfesables desde los preceptos y valores actuales.
Pacheco nace en un hogar humilde y trabaja desde muy joven, más bien desde pequeño. También muy temprano comienza a delinquir formando parte de una banda juvenil: atracos, tirones y robos de coches que le llevan a la cárcel de Carabanchel a la temprana edad de dieciséis años. Un adolescente entre rejas que desde el primer día se enfrenta a intentos de violación, palizas y vejaciones. Por suerte para él llevaba practicando boxeo desde los trece años, peleas que por un lado le permite capear el temporal, pero por otro le llevan con frecuencia a las celdas de aislamiento por mala conducta.
Pasará tres años en prisión, de ellos casi ocho meses en celdas de aislamiento de metro y medio por dos metros, sin ventanas, infestadas de chinches, en una condiciones lamentables. Durante su última etapa en presidio, animado por el cura de la cárcel que trata de ayudarle a reflexionar sobre cómo tan joven ha llegado hasta esa situación, comienza a escribir su único libro, Mear sangre, como punto de apoyo para reiniciar su vida.
Familiarizado con la violencia hasta el extremo, no la adorna ni la ensalza, en sus palabras no está la fascinación de quien no la ha sufrido
Es el año 1969. Al salir en libertad vuelve a practicar el boxeo, cosa que no ha abandonado en la cárcel, se alista en la Legión, pasa de boxeador amateur a profesional, combina los entrenamientos y el trabajo duro con las mieles y los excesos que empiezan a acompañar al éxito. En 1975 se alza con el título de campeón de España de boxeo. De este modo, da por reconducida su vida y pone fin a este libro, plagado de violencia y sinceridad brutal, que ha ido escribiendo de su puño y letra durante siete años.
Mear sangre fue publicado originalmente en 1976, siendo un éxito de ventas. Pacheco era un boxeador carismático, con encanto personal y una historia detrás que le hicieron famoso más allá del ring. La cuidadísima edición actual del libro, de la mano de la editorial Autsaider, va acompañada de numerosas fotografías del archivo personal del autor, textos de Mery Cuesta y Jimina Sabadú que ayudan a contextualizar la obra, y una entrevista en la que el ex delincuente, ex legionario y ex boxeador, cuenta lo que ha sido de su vida tras dejar el boxeo, su paso por el cine, trabajos en discotecas, de seguridad… y el paulatino desaparecer de amistades y falsos camaradas según la fama y el dinero se iban acabando. Como él mismo declaró en una reciente entrevista «dicen eso de que me quiten lo bailao, pero ya podía yo haber bailado con más cabeza».
Como voy a estar de aniversario les diré a mis hijos que me lo regalen. Lo único que sé de la vida de este hombre son sin duda los que yo llamo los días azules. Pero las historias se completan con rojos y grises. Son los colores de la bandera británica y de la Unión Jack.
Son la vida de las personas y a mí me gustan los que vuelven del infierno. Me tarda cuatro de octubre.