Cada vez se habla menos de la pandemia, pero el virus sigue mutando en otras variantes que causan inquietud entre los expertos virólogos. En los últimos días se ha conocido una nueva cepa del covid a la que se ha bautizado como Centauro, cuya capacidad de infección y potencial contagioso se desconoce por el momento. Mientras tanto, se siguen elaborando informes sobre las cepas ya conocidas. Estudios elaborados por la Organización Mundial de la Salud y por los laboratorios públicos y privados elaborados en los diferentes países. Precisamente ayer se dio a conocer un nuevo informe sobre las últimas oleadas del coronavirus y su impacto en la población mundial. La mayoría de las personas que probablemente estaban infectadas con la variante ómicron no sabían que tenían el virus, según el estudio de los investigadores del Cedars-Sinai de Nueva York y publicado en la revista JAMA Network Open, informa Europa Press. «Más de una de cada dos personas infectadas con ómicron no sabían que lo tenían –destaca Susan Cheng, directora del Instituto de Investigación sobre el Envejecimiento Saludable en el Departamento de Cardiología en el Instituto del Corazón Smidt en el Cedars-Sinai y autor correspondiente del estudio–. La concienciación será clave para permitirnos ir más allá de esta pandemia».
Estudios anteriores han estimado que al menos el 25% y posiblemente hasta el 80% de las personas infectadas por el SARS-CoV-2 pueden no experimentar síntomas. En comparación con otras variantes del SARS-CoV-2, la ómicron se asocia con síntomas generalmente menos graves que pueden incluir fatiga, tos, dolor de cabeza, dolor de garganta o secreción nasal.
«Los resultados de nuestro estudio se suman a la evidencia de que las infecciones no diagnosticadas pueden aumentar la transmisión del virus –añade Sandy Y. Joung, investigadora del Cedars-Sinai y primera autora del estudio–. Un bajo nivel de concienciación sobre la infección ha contribuido probablemente a la rápida propagación de ómicron».
Como parte de la investigación sobre los efectos del covid y el impacto de las vacunas, los investigadores comenzaron a recoger muestras de sangre de los trabajadores sanitarios hace más de dos años. En el otoño de 2021, justo antes del inicio de la oleada de variantes de ómicron, los investigadores pudieron ampliar la inscripción para incluir a los pacientes, gracias a la infraestructura del estudio y al apoyo de procesamiento de bioespecímenes proporcionado por Sapient Bioanalytics.
De los trabajadores sanitarios y los pacientes que han participado en la investigación, los investigadores identificaron a 2.479 personas que habían aportado muestras de sangre justo antes o después del inicio de la oleada de ómicron. Los investigadores identificaron a 210 personas que probablemente estaban infectadas con la variante ómicron, basándose en los nuevos niveles positivos de anticuerpos contra el SARS-CoV-2 en su sangre.
A continuación, los investigadores invitaron a los participantes en el estudio a proporcionar información actualizada sobre su estado de salud mediante encuestas y entrevistas. Solo el 44% de los participantes con anticuerpos contra el SRAS-CoV-2 recientemente positivos eran conscientes de estar infectados por el virus.
La mayoría (56%) desconocía cualquier infección reciente por covid. De los participantes que no lo sabían, solo el 10% declaró haber tenido algún síntoma reciente que atribuyó a un resfriado común o a otro tipo de infección.
Según los investigadores, se necesitan más estudios en los que participe un mayor número de personas de diversas etnias y comunidades para saber qué factores específicos están relacionados con la falta de conocimiento de la infección.
Cheng y sus colegas también están estudiando los patrones y los factores de predicción de las reinfecciones y su potencial para ofrecer una inmunidad duradera al SARS-CoV-2. Además de aumentar la concienciación, esta información podría ayudar a las personas a gestionar su riesgo individual.
