Cuando deshojó finalmente la margarita, el presidente andaluz, Juan Manuel Moreno Bonilla, sabía muy bien qué buscaba adelantando las elecciones autonómicas al próximo 19 de junio, pasando por encima incluso de lo que le aconsejaba el líder de su socio de Gobierno, Juan Marín, de Ciudadanos, que pretendía agotar la legislatura hasta el final. Con la excusa de tener unos improbables nuevos presupuestos autonómicos aprobados para finales de este mismo año 2022, Moreno Bonilla eligió esta fecha preestival con la firme determinación de aprovechar el crecimiento que todos los sondeos pronosticaban y pronostican al Partido Popular y, de paso, frenar en lo posible el paralelo aumento de votantes potenciales de la ultraderecha. Tanto PP como Vox son los principales beneficiarios del desplome sin paliativos de Ciudadanos, que podría perder en solo cuatro años los 21 diputados obtenidos en 2018. Una de las claves del previsible triunfo del PP en Andalucía este 19-J, holgado pero insuficiente para gobernar en solitario, estará en la elevada abstención, que rondará una vez más el 40%, como en los comicios de aquel 2 de diciembre de 2018 en que las izquierdas quedaron en minoría por primera vez en la historia de unas autonómicas andaluzas.
En aquella ocasión, los socialistas echaron de menos el apoyo en las urnas de más de medio millón de potenciales votantes de izquierdas. El 2-D los votos contabilizados fueron más de 3,6 millones de los algo más de 6,5 millones de electores totales. Es decir, la abstención superó el 41%. El último sondeo realizado este lunes para El País y la Cadena Ser vuelve a situar la abstención en un elevadísimo porcentaje. El 37% de los más de 6,6 millones de andaluces en edad de votar este próximo domingo 19-J no acudirá a los colegios electorales ni hará uso del voto por correo, como tampoco lo hizo en 2018 casi el 42% del electorado. Este factor fue clave para que la suma de las derechas de PP, Ciudadanos y Vox posibilitara el primer gobierno conservador en casi 40 años de autonomía andaluza.
Segunda mayoría de derechas consecutiva
Dos factores claves para que la previsible alta abstención vuelva a hacer realidad una mayoría de las derechas en Andalucía serán, por un lado, las altas temperaturas, habituales en esta época del año, y también el fin del curso académico. A todo esto se suma que dos de las capitales andaluzas más pobladas, Sevilla y Granada, celebran este jueves la festividad del Corpus Christi, por lo que el puente festivo con afluencia masiva a las playas está más que asegurado, pese al notable incremento del 98% en las solicitudes del voto por correo respecto a la cita electoral de diciembre de 2018. Hace cuatro años, las elecciones se celebraron a las puertas del invierno y en esta ocasión la cita llega con temperaturas caniculares escasos días antes del inicio oficial del verano.
Las 176.598 solicitudes de voto por correo apenas suponen el 2,66% del electorado total llamado a las urnas el 19-J
El notable incremento de las solicitudes del voto por correo respecto a las de 2018 no supone en absoluto un indicativo de que el voto de la izquierda emerja de algún modo, aunque sea por correo, ya que las 176.598 solicitudes contabilizadas por Correos en esta ocasión apenas suponen el 2,66% del electorado total llamado a las urnas el 19-J.
La previsible falta de movilización del voto de izquierdas, ya sea por un factor u otro, al que han apelado las tres principales formaciones progresistas que concurren a estos comicios es, a menos de una semana del 19-J, una realidad que constatan también los últimos sondeos, que otorgan un estancamiento del PSOE de Juan Espadas con respecto a de Susana Díaz e incluso un retroceso con la suma de Adelante Andalucía y Por Andalucía respecto a la coalición de 2018 liderada por Teresa Rodríguez y Antonio Maíllo.
