La ministra de Defensa, Margarita Robles, ha visitado por primera vez el CNI (Centro Nacional de Inteligencia), la organización que le aporta más poder en el Gobierno de Sánchez. Robles ha destacado las actuaciones de esta institución y ha precisado que está al servicio de los ciudadnos.
En este sentido, ha destacado que la misión de CNI es la de “hacer análisis e inteligencia para que el Gobierno pueda tomar unas decisiones estratégicas en defensa de los ciudadanos” relacionadas con la paz y la seguridad.
Se ha referido a la ley de 2002, que establece que el CNI trabaja para el Presidente y para el Gobierno “para defender a España, el Estado de Derecho y las instituciones”, ha remarcado.
La ministra ha incidido en los controles a los que se somete esta institución; el parlamentario y el judicial. Destaca que éste último es “esencial y fundamental” para proporcionar exclusivamente un análisis al presidente del Gobierno para tomar decisiones en el ámbito de la seguridad”.
“La calidad de un sistema democrático se mide por sus sistemas y sus servicios de inteligencia. Por eso, es tan importante el papel que desarrolla el CNI” ha continuado. Así Robles ha subrayado que el centro “no trabaja con una finalidad política o partidista, o de seguimiento de personas concretas”.
Al margen de luchas partidistas
La titular de Defensa también se ha referido a la nueva adscripción del CNI, ahora dependiente de su Departamento. Ha considerado que en este ministerio la institución “queda al margen de las luchas partidistas”, también “se le dota de mayor proyección nacional e internacional” y “puede hacer una labor más cercana a la libertad y a la seguridad.
De este modo, asegura que “tanto las Fuerzas Armadas como el CNI están al margen de las luchas partidistas”. Sin olvidar el trabajo de los más de 3.500 hombres y mujeres que integran la institución, la ministra ha resaltado su labor que trabajan en “condiciones de riesgo muy complejas”.
Según los datos que ha facilitado, un 66% del personal de esta institución proviene del mundo civil, un 24% de las Fuerzas Armadas y un 8% de las Fuerzas Seguridad del Estado.
