El Ayuntamiento de Rivas denuncia la diferente vara de medir de la Comunidad de Madrid, en función de si se trata de un centro público o privado. De hecho, en esta localidad se obliga a que los centros públicos tengan 25 alumnos, por el contrario, un centro católico y concertado puede mantenerse con sólo 14. Esta es la historia que hoy explica en reportaje Diario16.

Rivas es un municipio situado en el sureste de Madrid, en el kilómetro 14 de la autovía de Valencia. Desde tiempo inmemorial ha estado gobernado por la izquierda. Es la ciudad con la población más joven de España y con más asociaciones de España. Allí tanto el PSOE como IU han tenido siempre un “entente cordiale”, para gobernar unos y otros o los dos en conjunto, pero siempre puestos en contra de que gobernará el PP. Entre los habitantes de la ciudad, que cuenta con 80.000 habitantes, y también entre muchos madrileños conocen a Rivas como la “Aldea Gala” por ser la ciudad inexpugnable al imperio Popular que invadió Madrid, cuando cayo el denominado Cinturón Rojo del sur de la capital (Leganés, Fuenlabrada, Móstoles, Alcorcón o Getafe).

Aquello que empezó siendo un poblado de los construidos por el dictador dentro del Plan de Regiones Devastadas por la guerra que solo él creo, fue creciendo y necesitando más y más servicios. Hasta convertirse en lo que es hoy. Pero Rivas se convirtió en algo más. Se convirtió en la espinita del PP de Esperanza Aguirre, solo por demostrar una cosa: que otra forma de gobernar, distinta a la de los populares, era posible. Rivas estaba poniendo en entredicho la teoría de “los mejores” de que no había manera de gobernar este país si no era bajo sus tesis, y que era preceptivo invadir y destruir la Aldea Gala por que iba contra los intereses del partido.

Con Alberto Ruiz Gallardón al frente de la Comunidad de Madrid, las cosas se sobrellevaban. El Ayuntamiento adelantaba los pagos y las obras de colegios, bibliotecas, centros de salud, parques, centros culturales, y después la Comunidad le devolvía esos importes, en cómodos plazos. Pero cuando Esperanza Aguirre accedió al trono comunitario el grifo se corto. La Lideresa se pensaría para sus adentros: “sin servicios los vecinos de Rivas no volverán a votarles”. Como de tal palo tal astilla, que dicen en mi pueblo, Ignacio González, siguió con la estratagema. A los dos es salió mal. Sus vecinos no quieren ver al PP por allí ni en pintura.

Han sido muchas las quejas del Ayuntamiento de Rivas con respecto a su tratamiento por parte de la Comunidad de Madrid. De hecho el Gobierno autonómico debe a las arcas municipales de Rivas más de 15 millones de euros, en obras y servicios construidos por el Ayuntamiento, pero impagados por la Comunidad. Aún hoy, no existe una ciudad de esa cantidad de habitantes, en Madrid, al menos, que tengan que desplazarse a la Capital para hacerse una placa de Rayos, o tener que desplazarse hasta Arganda una vecina localidad, más pequeña, para acudir aun pseudo-hospital, de los construidos por Esperanza Aguirre, que más bien parece un Centro de Especialidades a lo bestia.

La última no tiene ningún desperdicio. El Ayuntamiento de Rivas denuncia en esta “la discriminación flagrante” que sufren las familias que han elegido llevar a sus hijos e hijas a centros públicos de la localidad (como La Luna o el Olivar), frente al alumnado del Santa Mónica, un colegio privado-concertado que mantiene un línea pedagógica marcada por su identidad religiosa y su cercanía al movimiento Camino Neocatecumenal.

Esta acusación se basa en que durante este curso se mantienen clases abiertas en el colegio Santa Mónica con 14 y 16 estudiantes, una cifra que está por debajo de la ratio oficial. Mientras, la Consejería de Educación se resiste a abrir para el próximo curso nuevas aulas en el colegio de La Luna con 14 alumnos. Este mismo caso se produce en otro colegio público de la ciudad, El Olivar, al que la Dirección de Área mantiene cerrada su segunda aula de infantil (3 años) argumentando que no llega a la ratio de 25 alumnos por clase. ¿Por qué unos tienen que cumplir una ratio de 25 alumnos por clase y otros con 14 alumnos, en educación concertada, sí pueden abrir las aulas? Se preguntan en Rivas.

Pedro del Cura, el alcalde de Rivas, se muestra perplejo: “Ni las familias, ni este Ayuntamiento entendemos por qué la Comunidad usa diferente vara de medir y prima a este centro concertado-privado respecto a otros públicos”. Para después puntualizar: “Y que conste que no tengo nada contra el colegio concertado-católico Santa Mónica”.

Hay que recordar que el colegio La Luna es un nuevo colegio 100% público, el único que construye un ayuntamiento madrileño en la región en 2017 y que abrirá el próximo curso. Las obras que ya están avanzadas y que ayer mismo fueron visitadas por familias que tienen a sus hijas e hijos matriculadas en el centro, las está llevando a cabo el Ayuntamiento de Rivas que es quien ha adelantado su coste.

Cierre injustificado de aulas

Además los padres de otro colegio publico de la localidad El Olivar, han denunciado la Comunidad de Madrid ltiene la intención de no abrir una nueva aula de tres años, pese a que cuentan con demanda suficiente para hacerlo. La petición a la Comunidad, que está respaldada por firmas recogidas a través de una campaña en internet, cuenta con el apoyo de la Federación de Padres de Alumnos (FAPA) de Rivas.

“Proponemos a la Comunidad que utilice las aulas del nuevo colegio La Luna. Este centro va a contar con quince aulas perfectamente equipadas y amuebladas, de las que doce van a estar vacías e infrautilizadas. Así se evitaría masificar más otros colegios con una gran población escolar, donde se tienen que convertir las bibliotecas y laboratorios en aulas”, subraya José Alfaro, concejal de Educación de Rivas.

Otro de los argumentos que sostienen las asociaciones de madres y padres, juntamente con el Ayuntamiento de Rivas, para sostener la necesidad del no cierre de aulas es que en la ciudad crece cada año el número de estudiantes que llegan una vez iniciado el curso. En el caso de Rivas, este año la escolarización extraordinaria ha supuesto 400 nuevos alumnos y alumnas en centros educativos ripenses cuyos padres han elegido Rivas para fijar su nueva residencia.

Los gobiernos del Partido Popular siguen sin aprender, aún a pesar de los años que llevan gobernando distintas administraciones, ya deberían tener claro que no vale gobernar sólo para los suyos. Que tienen la responsabilidad de gobernar para todos.

3 COMENTARIOS

  1. Sí también en Rivas se dan casas de protección oficial a los concejales, pero no una ni dos 4 una a cada miembro de la familia, también se dan contratos públicos a empresas de familiares de los concejales.

    • ¡Ay, hijo mío! No os queda otra y pluralizáis lo único. Te refieres a algo que está solucionado y pasó una vez. Lo plural es lo del PP, que no suma sino multiplica los casos de corrupción, corruptela, endogamias, y demás parientes de la inmoralidad política.

  2. Cuanto antes se eliminen los conciertos en educación, mejor. Era un parche temporal y se ha convertido en fuente de desigualdad y mamandurrias. Si necesitan recursos públicos pada funcionar quizá es que su modelo de negocio no es rentable, y hay menos control de la calidad de la docencia (y enchufaos) y abundan los abusos económicos a padres en forma de «quotas» o «pago de material».

    Con el agravante de muchos centros concertados ser religiosos. Religión =/= Educación.

    Quien quiera religión, que la practique libremente en su casa o centro religioso después de clase.

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