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Madres de invierno: preparaciones

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análisis

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Los paseos con un bebé son importantes desde los primeros días. Es cierto que en primavera o verano el clima es mucho más propicio para este tipo de salidas diarias, pero no significa que en invierno no podamos hacerlo. No nos olvidemos que estar al aire libre favorecerá el desarrollo de los sentidos de nuestro bebé, estimularemos su audición, su visión e incluso su olfato. Ahora bien, igual que nosotras deberíamos cuidarnos en invierno tras el nacimiento de nuestro hijo, por ejemplo con vitaminas esenciales para favorecer nuestra mejora, también es importante preparar a nuestro bebé para estas salidas.

Protección ante todo

El invierno puede tener temperaturas poco agradables. El frío hace que tengamos que extremar la precaución en nuestras prendas, así, temas como preparación en general de futuras madres con ropa que pueda abrigarnos en estos paseos será esencial, pero también para nuestros hijo.

Nuestros peques necesitarán ropa adecuada, pero siempre pensando en esa máxima que toda madre debería anotar; no abrigar en exceso y hacerlo siempre por capas. De esta forma, tras nuestro paseo, si queremos entrar en algún lugar cerrado a tomar algo, podremos desvestir fácilmente a nuestro peque para que no pase calor.

Dentro de esta preparación también tenemos que pensar en mantitas, en cubrepiernas y accesorios de paseo para la lluvia, como las típicas burbujas de lluvia tan recurrentes en estos casos.

Durante los primeros meses, el bebé siempre debe ir tumbado en su capazo, por lo que podemos escoger capotas con varías posiciones de extensión, con dimensiones XXL y que además cuenten con tejidos transpirables y lavable

.

Elegir las horas adecuadas

En primavera o verano no tendremos problema porque normalmente hay buen tiempo, pero en invierno es importante aprovechar las horas en las que el sol es más fuerte. La franja entre las 12 y las 17h es quizá la mejor, que, por otro lado, es la franja que se suele evitar en los meses de más calor.

No queremos ser madres perfectas, pero sí queremos hacer las cosas bien, por lo que es recomendable que nuestro hijo salga de casa ya alimentado. ¿Por qué? Porque si salimos de casa con un bebé hambriento, la experiencia del paseo no será tan gratificante. Además, tendríamos que parar para darle de comer, algo que además de incrementar el tiempo en el exterior, podría ser un problema con el frío.

Elegir el recorrido

Quizá la parte más complicada sea la de elegir el recorrido. Si vivimos cerca de una zona de parque, es siempre la mejor opción. Un parque amplio en el que poder andar con el carrito será bueno para el niño, pero también para aquellas madres que quieren una recuperación rápida del embarazo.

Piensa que las calles con mucho tráfico pueden proporcionar demasiados estímulos para tu hijo. Si no cuentas con un parque cerca, evita aquellas avenidas más grandes, pues el ruido de ese tráfico no es agradable para el recién nacido.

¿Hay alternativas para estos paseos en invierno? Seguro que en tu ciudad o núcleo urbano puedes encontrar un pequeño centro comercial. Estos lugares suelen ser amplios por dentro y, además, están cubiertos, algo que nos beneficia a la hora de pasear con un recién nacido.

Salir y entrar de las tiendas no será, además, un problema; y es que estos espacios suelen contar también con un hilo musical que irá calmando a nuestro bebé a medida que va conociendo un poco el exterior.

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