El presidente francés, Emmanuel Macron pidió ayer domingo que se alcanzase el acuerdo de paz en Ucrania.
Un deseo que, según remarcó, no supone dejar de apoyar a Ucrania en la defensa de su soberanía, señalando que Kiev debe marcar los términos del acuerdo.
Las palabras de Macron se pronunciaron en una conferencia sobre la paz organizada por una organización benéfica católica en Roma. El presidente francés señaló que «si bien los llamamientos a la paz pueden parecer (…) una traición a Ucrania, la comunidad internacional acabará apoyando un acuerdo negociado entre Kiev y Moscú».
Una paz que no puede ser secuestrada por Rusia, según el mandatario francés. «Queremos que el pueblo ucraniano también decida hasta cierto punto el momento y los términos de este acuerdo», señaló el líder francés.
Una pelota lanzada al tejado de Zelenski, quien por el momento no parece estar en la línea de las negociaciones de paz.
Reino Unido, dispuesto a ayudar
Precisamente también ayer, domingo, el Ministerio de Defensa británico, a través del secretario de Defensa, Ben Wallace, mantuvo conversaciones con el ministro de Defensa ruso, Sergey Shoigu.
Wallace afirmó que a Londres le gustaría «desescalar este conflicto», al tiempo que subrayó mantener su apoyo a Ucrania. Afirmó que no hay ningún interés por parte de Kiev ni de las naciones occidentales de intensificar la hostilidad.
Según el Ministerio de Defensa ruso, apunta RT, Sjoigu advirtió a Wallace sobre una posible acción de bandera falsa por parte de Ucrania, que podría tener que ver con el uso de una «bomba sucia».
Ante las sospechas de Moscú de que pudieran perpetrarse ataques por parte de Ucrania, apoyados por potencias como Reino Unido, el ministerio británico, según el ministerio ruso, habría negado rotundamente estas suposiciones.
Zelenskiy ha respondido rápidamente ante el aviso de Moscú sobre el posible uso de una bomba sucia de falsa bandera: «No tenemos bombas sucias, ni planeamos adquirir ninguna».
