Como si del lejano Oeste se tratara con aquellas películas donde mujeres sonrientes y bien arregladas bajaban de carros empujados por caballos y dirigidos por hombres, y a pocos días de la conmemoración de los derechos laborales de la mujer que celebramos el 8 de marzo y con la repercusión mundial que este tiene, a catorce de marzo de este año, Yepes, va a protagonizar un capítulo negro más en este jodido país, que tiene como principales actrices de reparto, a las “mujeres solteras”, o viudas, o casadas, o lesbianas, o como coño quiera que asienten su condición personal y civil.
A 34 euros, se oferta una celebración, cena incluida, que recogería a féminas desde Parla, Fuenlabrada, Getafe y Atocha, que una tal Antonia, con número de teléfono incluido, organiza para más inri, y que invita (por supuesto), a los hombres, en una frase pequeñita al final del panfleto.
Faltaría más que algún despistado hombre no tuviera sitio en ese autobús de la vergüenza.
Se plantea una lucha a diario en todos los ámbitos que afectan a la propia autoestima de la Mujer, no solamente en derechos sociales y laborales, sino que se plantean escenarios diferentes y frentes que hay que pelear todos los días. A algunas ya solamente nos vale con el significado propio de “soltería” para estigmatizarnos como presas de una sociedad que nos califica de frívolas, frías, amargadas, feminazis…, y otros adjetivos calificativos que no tienen un espacio digno en la “normalización sexual” del patriarcado rancio español, que se empeña en cambiar nuestro estado civil por todos los medios que puedan ejercer, incluido el trato vejatorio e inhumano que traslada mujeres de un sitio a otro en busca de machos que tampoco han conseguido encajar una pareja, sea hombre o mujer, quién sabe.
Queridas mujeres, esto no es feminismo. Esto no es libertad de decidir donde quiere ir una mujer una tarde noche a cenar o a bailar, esto es la escenificación pura y dura del machismo y del abuso de poder del hombre sobre la mujer. ¿Habéis pensando si en algún momento no os apetece acceder a los deseos sexuales de vuestros compañeros de fiesta, y estando en pleno desafío machista que nos baña de mujeres asesinadas, violadas, y abusadas sexualmente?, perdonad mi miedo por mí y por vosotras.
Claro que existen hombres que no serían capaces de hacer el mínimo daño a una mujer!. Pero esta no es la forma, hermanas. Tenemos que aprender a manejar nuestros momentos personales acompañadas o no por parejas, desde la soledad impuesta o elegida. Hay miles de formas en las que se puede encontrar una persona con la que pasar un día o unos cuantos, lo que nos apetezca realmente. Así, no. No podemos ser un simple objeto de deseo, pareciendo más guapas, más feas, más rubias, más morenas, más altas, más delgadas… No debemos exponer nuestra fisionomía como arma para ligar. Nosotras somos lo que somos y como somos, sin necesidad de competir en un desfile de “modelos”, a ver quién se lleva a la “mejor”.
Tenemos que conseguir acabar con la lacra machista, y ésta fórmula es una de ellas. Solo hay que saber identificarla.
Desde el grupo político local al que represento, haremos entrega al Ayuntamiento de la localidad, de un comunicado en contra de esta falacia, que sucumbe exclusivamente a ese espacio de dominio patriarcal sobre nuestras compañeras de viaje. Esperamos que todas os sintáis representadas y defendidas por este grupo que no tiene otro deseo que acabar de una vez con la mayor crisis machista de los últimos tiempos.
