Luis Medina, el comisionista de la jet set madrileña, investigado por haber cobrado comisiones millonarias al Ayuntamiento de Madrid por un contrato de material sanitario, de mala calidad y con ganancias de hasta el 148 %, en el peor momento de la pandemia, ha dado otra versión. Ha contradicho las declaraciones de descargo del alcalde José Luis Martínez-Almeida.
Fue un amigo del hermano del Alcalde
En una entrevista en El Confidencial, Medina ha asegurado que su contacto con un familiar del alcalde, no fue directa, sino a través de un conocido que tenía relación con un hermano del alcalde. No un primo, como se dijo en las primeras informaciones.
También ha afirmado Medina que ese contacto le dio un número de teléfono para hablar con la persona encargada de comprar el material. En clara contradicción con las explicaciones de Almeida, que informó de que al empresario se le facilitó un correo oficial, como a todos los interesados.
El alcalde de Madrid lo niega
El alcalde de Madrid ha negado que un familiar de Almeida conozca al empresario Luis Medina y ello facilitará su intermediación para la compra de material sanitario en la pandemia. “Se pusieron en contacto con él a través de una tercera persona”, sostienen fuentes del ayuntamiento.
Almeida señaló que “este familiar facilitó el mismo correo electrónico que se facilitaba a todos aquellos que contactaban con el Ayuntamiento para la venta de material sanitario. Todas las empresas debían seguir el mismo cauce”, añadió.
Además, sostienen que el propio Consistorio “es el perjudicado por estos hechos y se personará si se demuestra que ha habido un quebranto a las arcas públicas”. Y terminó señalando que “Nos vamos a personar en la querella porque se imputa un delito de estafa. Ese delito de estafa sería al Ayuntamiento de Madrid y nosotros vamos a ejercer todas las acciones para recuperar el dinero que hubiera podido ser estafado”, ha concluyo Almeida.
Fueron los bancos quienes dieron la voz de alarma
Ls bancos y no el Ayuntamiento de Madrid quienes dieron la voz de alarma sobre el escándalo de las comisiones sobre las mascarillas. Las entidades bancarias empleadas por los comisionistas Luis Medina y Alberto Luceño alertaron sobre la supuesta operación ilícita y no el Ayuntamiento, a pesar de las irregularidades detectadas por la Corporación, según ha publicado la SER, de fuente de la Fiscalía Anticorrupción.
Por los contratos de material sanitario, los comisionistas Luis Medina y Alberto Luceño percibieron 6.1 millones de dólares cuando el contrato por mascarillas, guantes y test COVID ascendía a 11.9 millones. Todo el material suministrado era de mala calidad y en la mayoría de los casos inservible.
Alertados por los exorbitados ingresos en cuenta de los comisionistas, los bancos pidieron explicaciones. Estos personajes llegaron a falsificar facturas para argumentar los ingreos.
Fue entonces cuando alertaron al servicio de prevención de capitales, el Sepblac, y éste a su vez advirtió a la Fiscalía Anticorrupción.