Un momento de la presentación del proyecto Madrid Nuevo Norte

Las plataformas vecinales que se oponen al plan urbanístico Madrid Nuevo Norte (también conocido como Operación Chamartín) denuncian que el primer objetivo del macroproyecto para convertir esa zona de la ciudad en una gran City londinense “sigue siendo el uso del suelo público de ADIF como base de un negocio inmobiliario y no el equilibrio urbano ni las necesidades de los barrios”. Además, consideran que la edificación de varias torres (entre ellas una que será la más alta de España) y de miles de viviendas a lo largo y ancho de 2,8 millones de metros cuadrados es una medida “congestiva, desequilibradora y una pérdida de oportunidades para todos”.

Por todo ello, el pasado mes de diciembre la Federación Regional de Asociaciones Vecinales de Madrid (FRAVM) interpuso un recurso contencioso administrativo ante el Tribunal Superior de Justicia de Madrid, al que se sumó Ecologistas en Acción y que ha sido admitido a trámite. La acción judicial de los vecinos podría bloquear el proyecto estrella de cara a las próximas elecciones municipales del equipo de Gobierno de la alcaldesa Manuela Carmena, quien en un principio se opuso a un plan que vio la luz en tiempos de Ana Botella y que finalmente lo ha terminado asumiendo como propio.

Si bien buena parte de las asociaciones vecinales de Chamartín apoyan la modernización de la estación y que se proponga un gran centro de negocios en su entorno, dada su gran accesibilidad urbana, nacional e internacional, la edificabilidad de terreno terciario –que tiene por finalidad el uso comercial y empresarial– les parece “excesiva”, ya que se ha triplicado respecto al proyecto original: de los 500.000 metros cuadrados que en un principio proponía el Ayuntamiento en esa zona, se pasa a que Distrito Castellana Norte –el grupo empresarial participado al 75 por ciento por el BBVA y al 25 por ciento por la constructora San José– disponga de 1,2 millones de metros cuadrados en el Centro de Negocios y de otros 150.000 metros en la estación, según se recoge en el informe Operación Chamartín elaborado por el Instituto por la Democracia y el Municipalismo.

En aquel dosier, los vecinos aseguraban que el proyecto adolecía de lagunas importantes: se mantenían “inversiones despilfarradoras en infraestructuras”, como la losa y el traslado del canal y de las instalaciones de la EMT, mientras que “no se sabe nada de la reforma del nudo norte ni el de Fuencarral, que se van a congestionar con los 2,8 millones de metros cuadrados edificables”. Las denuncias vecinales advierten de que Madrid Nuevo Norte (el proyecto de Carmena que rebautiza el anterior del PP conocido como Operación Chamartín) pasa por alto los temas de movilidad. En un principio el transporte público (salvo una ampliación del metro), no se mencionaba en la integración urbana de la estación de cercanías de Fuencarral, “ni el viario local (salvo las transversales entre distritos), ni el transporte no motorizado, ni el espacio público (Castellana, Legendre, Llano Castellano, Valverde), entendiendo la calle para lugar de paseo y estancia, más allá del uso por los coches”.

Pero para las plataformas vecinales colindantes a Chamartín, lo peor de todo es que al tratarse de un “acuerdo inmobiliario” para satisfacción del BBVA y la constructora Grupo San José, el Ayuntamiento “sigue ignorando las necesidades de los barrios que se están reivindicando”. Y se añaden nuevos peligros: congestión aumentada (otra vez 2,8 millones de metros edificables), riesgo para la zona deportiva EMT, asfixia de San Cristóbal, acoso a los barrios de Begoña y Fuencarral, con posible aumento de la congestión, una ampliación de Las Tablas que puede generar más problemas que soluciones, y otras distorsiones urbanísticas.

En base a todo ello, los vecinos advierten de que darán la batalla legal en la fase de alegaciones, cuando se tramite el proyecto. En ese momento pondrán encima de la mesa “principios irrenunciables” en el plan de reurbanización de la zona norte de Madrid.

También exigen participar en la tramitación del Estudio Informativo del Proyecto ferroviario Chamartín-Fuencarral y en el Estudio de Impacto Ambiental que lo acompañará y que tiene obligatoriamente un “periodo previo de consultas y un periodo de información pública”.

En general, los vecinos y las organizaciones ecologistas que han planteado el recurso ante la Justicia pretenden conseguir la “nulidad del proyecto” al considerarlo “innecesario, contener una edificabilidad sobredimensionada, no mejorar la carencia de dotaciones de los barrios cercanos, reducir las cesiones de equipamiento público, contemplar escasa zona verde y eliminar dos vías pecuarias, todo ello para beneficiar el interés privado y anteponerlo a los intereses de los vecinos y del medio ambiente”, tal como denunció en su día al diario.es Vicente Pérez Quintana, portavoz de la Federación de Asociaciones Vecinales.

6 COMENTARIOS

  1. Dais tal credibilidad a lo que escribís que la imagen que ponéis en la portada no pertenece a Madrid Nuevo Norte, sino a otro proyecto de Grupo San Jose (que es la constructora de Madrid Nuevo Norte….)

  2. Estais muy obsesionados con el tema, llevais cuatro articulos en contra del proyecto en cuatro dias, que os pasa ?, por que tanta inquina ?, que intereses teneis en contra del proyecto ?.

  3. Por cierto, que bueno, habeis puesto la foto de La Tablada en Argentina en vez de la de Madrid Nuevo Norte, para estar todos los dias despotricando del proyecto poca idea teneis de lo que se va a hacer.

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