Las actividades del ala más violenta y radical de los CDR están poniendo en serio peligro la seguridad del tráfico ferroviario en Cataluña. Así lo han denunciado CC.OO y UGT, que en las últimas horas han exigido a Quim Torra y su Gobierno que pongan medidas ya para evitar los “sabotajes” ferroviarios. Irrumpir por sorpresa en una línea férrea, cortarla con una sentada multitudinaria o colocar troncos de árboles y otros objetos en los raíles para frenar un tren de Cercanías o de larga distancia, poniendo en riesgo la integridad de los conductores y usuarios, no es un inocente juego de niños. Es algo muy peligroso. Puede ocurrir un accidente. Puede haber heridos y muertos. Y por supuesto también es constitutivo de un delito grave tipificado en el Código Penal.
CC.OO y UGT de Catalunya han pedido a la Generalitat que actúe tras las protestas por la sentencia del ‘procés’ y evite males mayores. “Pedimos que la Generalitat y el Ministerio de Fomento denuncien estos hechos y pongan en marcha todas las actuaciones necesarias para evitarlos”, han defendido ambos sindicatos en un comunicado este martes, según informa Europa Press.
“Por encima de todo, se debe garantizar la seguridad de las personas. Una sociedad avanzada debe defender la movilidad segura y el derecho al trabajo”, han añadido en un comunicado. Los sindicatos insisten en que estos sabotajes ponen en grave peligro la vida de los trabajadores ferroviarios y de los viajeros: “Se están dando las condiciones para un accidente grave que todos lamentaremos”, aseguran con contundencia.
Además, han hecho un “llamamiento a la reflexión y al sentido común para que los autores de estas acciones desistan de su actitud temeraria”, ya que han indicado que las condiciones de la circulación ferroviaria no son iguales a las de otros medios de transporte.
Han explicado que el tiempo de reacción segura ante obstáculos en la vía y su zona de influencia es “muy reducido”, por los trazados, las arboledas y el peso elevado de los trenes, que necesitan mucho espacio para frenar. Los responsables de transportes de UGT y CC.OO insisten en que Rodalies de Catalunya (así se llama la línea de Cercanías) sufre de forma ordinaria “demasiadas incidencias viarias y no prestan el servicio que los catalanes se merecen”, para lo que es necesario, a su juicio, mayores inversiones y un aumento de plantilla.
“La seguridad ferroviaria, la eficiencia y la sostenibilidad del transporte ferroviario es un beneficio para sus usuarios, trabajadores, el conjunto de la sociedad y el medio ambiente. Se merece una mejor atención y respeto por parte de todos”, concluyen los sindicatos.
El balance de daños empieza a ser cuantioso. A las pérdidas económicas por el brusco descenso en el número de usuarios diarios que deciden recurrir a otro medio de transporte, principalmente el coche, para evitar las acciones de los manifestantes, se unen los desperfectos y pintadas en máquinas y vagones.
Por su parte, varios centenares de personas secundaron ayer la convocatoria de los autodenominados Comités de Defensa de la República (CDR) y se concentraron delante de la estación de Sants de Barcelona en protesta por la sentencia del ‘procés’. Los CDR habían hecho un llamamiento a “rodear” la estación, pero finalmente los activistas se concentraron en los principales accesos, en las plazas de los Països Catalans y Joan Peiró, con el fin de bloquearlos. El Ministerio del Interior ha recordado que impedir el paso a una persona a un lugar público o coartar su libertad de movimientos es un delito que está castigado en el Código Penal.
