Crece la tensión en Ucrania. El jefe prorruso en Lugansk, Leonid Pasechnik, ha llamado a las armas «a todos los hombres» con capacidad para luchar y los puso en alerta de combate. Al mismo tiempo, el líder de la autoproclamada República Popular de Donetsk, Denís Pushilin, ordenó la evacuación «masiva» a Rusia de los civiles residentes en el enclave (comenzando por mujeres, niños y ancianos) en una maniobra dudosa y de evidente sobreactuación. Explicó que la causa se debe a que las tropas ucranianas «planean una ofensiva», algo que Kiev rechazó «categóricamente». Asimismo, Pushilin instó a «los habitantes capaces de empuñar armas» a que se preparen para «defender la república».
El nuevo escenario es un paso más en el pulso que Rusia mantiene con Occidente en la crisis de Ucrania. Al agravamiento de las hostilidades en la región separatista prorrusa del Donbás y el anuncio de la evacuación de civiles, se unió un nuevo desafío del Kremlin: el presidente Vladimir Putin sacará hoy músculo militar al ponerse al mando de unas maniobras para verificar la fiabilidad de los misiles estratégicos nucleares y convencionales del arsenal ruso.
En Moscú, sin embargo, al principio nadie sabía nada de estos planes. Tampoco estaban al corriente en la oficina del gobernador de la vecina región rusa de Rostov del Don, punto de destino de los civiles. Pero Putin, sí tenía constancia del plan como quedó demostrado durante su comparecencia ante la prensa junto a su homólogo bielorruso, Alexánder Lukashenko.
El presidente ruso denunció «un agravamiento de la situación» en Donetsk y Lugansk y reiteró que «todo lo que Kiev tiene que hacer es sentarse a negociar» con los separatistas. A continuación dispuso que el ministro de Emergencias, Alexánder Chuprián, organice en Rostov del Don el operativo de acogida a los refugiados, creando un centro con capacidad para 10.000 personas, según la agencia TASS, y facilitando alimentos, productos básicos y asistencia médica. Según la agencia Interfax, los evacuados recibirán también una ayuda de 10.000 rublos (unos 130 dólares).
El primer grupo de desplazados han sido 225 menores del orfanato número 1 de Donetsk. El gobierno prorruso de la autoproclamada república ha suspendido las clases en las escuelas y asegura que evacuará también los internados y otros centros educativos en los próximos días.
En mitad de todo este confuso tinglado, los medios prorrusos informaron de la explosión de un coche bomba cerca de la sede del Gobierno de Donetsk. Al final otros medios informaron que el coche en cuestión era el Jeep del jefe de la milicia de Donetsk, Denís Sinenkov. Se ignoran las causas de una explosión en la que no hubo víctimas.
Un supuesto atentado está entre los pretextos que EE.UU. cree que puede utilizar Rusia para justificar la invasión de Ucrania, lo que se denomina incidente de falsa bandera. A la tensión bélica se añadió el anuncio del Ministerio de Defensa ruso de que hoy tendrán lugar ejercicios de tiro de misiles nucleares en distintos entornos, polígonos de pruebas e incluso en el mar.
Estas nuevas maniobras estarán supervisadas directamente por Putin e involucrarán, según la dirección castrense, a la Región Militar Sur y a los buques de guerra de las flotas del mar Negro y del mar del Norte. Las pruebas prevén el lanzamiento de misiles balísticos y de crucero capaces de portar carga nuclear.
El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, señaló en su rueda de prensa telefónica diaria que estas maniobras no tienen que causar preocupación en Occidente, ya que se trata de un entrenamiento «bastante regular» y se han notificado a diferentes países a través de varios canales.
«Putin estará en el puesto de mando. Este tipo de lanzamientos, incluso si se trata de prácticas, no se puede hacer sin el jefe de Estado. Ustedes están al tanto ‘del maletín negro’, del ‘botón rojo’», explicó, sin ofrecer más detalles.
El presidente Joe Biden mantuvo este viernes contactos telefónicos con los aliados de la OTAN, cuando Washington eleva a 190.000 la cifra de soldados rusos desplegados en las fronteras de Ucrania. «Es la mayor movilización militar en Europa desde la Segunda Guerra Mundial», afirmó el embajador de Estados Unidos ante la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE), Michael Carpenter. Su Gobierno calcula que entre 169.000 y 190.000 soldados rusos rodean el país vecino (desde Bielorrusia a Crimea), frente a los 100.000 del 30 de enero.
Carpenter presentó estas valoraciones durante una reunión convocada a petición de Ucrania en la OSCE, a la que Rusia decidió no acudir hoy, igual que un encuentro similar el martes pasado. Por otra parte, Carpenter destacó que además de las maniobras militares terrestres cerca de Ucrania, el ejército ruso hizo publica una gran maniobra naval en el mar Negro, mar Báltico y en el Ártico.
«Solo en el mar Negro el ejercicio involucra a más de 30 barcos y estimamos que varios barcos anfibios de desembarco fueron traslados desde la Flota del Norte y del Báltico al Mar Negro para aumentar allí sus fuerzas», advirtió el embajador.
