La tensión en Ucrania está creciendo, sobre todo en Mariupol, donde hoy se ha denunciado un nuevo bombardeo indiscriminado de Rusia contra una escuela de arte donde se ocultaban 400 personas y que ahora podrían estar bajo los escombros.
Sin embargo, las actitudes del Ejército ruso van más allá y así lo han denunciado los funcionarios de la ciudad de Mariupol al acusar a Rusia de llevarse en contra de su voluntad a miles de ciudadanos a territorio ruso.
Según ha publicado el New York Times, Pyotr Andryuschenko, un funcionario de Mariupol denunció que entre 4.000 y 4.500 residentes habían sido trasladados a Tangarog, una ciudad en la región de Rostov que limita con la frontera sureste de Ucrania. Agregó que se los habían llevado sin sus pasaportes.
Eduard Zarubin, un médico que abandonó la ciudad a principios de esta semana, denunció que «ahora los rusos están inspeccionando los sótanos, y si quedan personas allí, las llevan a la fuerza a Taganrog.
Rusia no ha abordado directamente estas denuncias, pero su Ministerio de Defensa afirmó el pasado viernes que miles de ucranianos deseaban «escapar a Rusia» y que su gobierno los estaba ayudando.
Mariupol es actualmente escenario de intensas batallas callejeras entre las tropas rusas y ucranianas. La ciudad ha sido bombardeada continuamente durante las últimas dos semanas y las autoridades locales estiman que ya han muerto cerca de 3.000 personas.
La comunicación con la ciudad es difícil ya que las líneas telefónicas están caídas. Los residentes no tienen electricidad, gas ni agua corriente, y están racionando los suministros de alimentos. Ucrania denuncia que Rusia también ha detenido los convoyes de ayuda humanitaria que se dirigían a la ciudad.
