El Club de Golf La Moraleja, sito en una de las urbanizaciones más caras y elitistas de España, vendió hace más de 10 años unos terrenos a la constructora Reyal por 130 millones de euros y, poco tiempo después, no tuvo ni para pagar los impuestos y se vio obligado pedir un préstamo al Banco Santander.

Distintos presidentes del club social presuntamente despilfarraron esos 130 millones de euro pagando unos sobreprecios descomunales por terrenos rústicos en Algete que no tenían casi ningún valor al tener una calificación urbanística de suelo no urbanizable de especial protección del futuro Parque Fluvial de la Vega del Jarama.

El dinero también se despilfarró en diferentes obras de reformas de vestuarios, cuarto de palos, etc., obras en las que siempre se producían sobreprecios y en las que, en la mayoría de las ocasiones, se autorizaron por personal sin poderes.

Un reducido grupo de socios accionistas del club que no llegaban a la veintena y se negaban a permitir el dislate interpuso una denuncia por delito societario en el año 2010 que ha tenido una reciente resolución en la que, tras una casi inexistente y rocambolesca instrucción que ha durado 9 años, la Audiencia Provincial de Madrid ha manifestado que el despilfarro de más de 100 millones de euros no merece la intervención de la justicia penal y que se debe a una simple «deficiencia de control interno».

La instrucción de la causa, según distintas fuentes a las que ha tenido acceso Diario 16, pese a durar 9 años, fue inexistente por cuanto «ni siquiera se llegó a tomar declaración a los denunciados habiéndose realizado sólo una declaración parcial de uno de ellos». Hay que recordar que la diligencia mínima en la instrucción de toda causa penal es la toma de declaración a todos los denunciados.

En la instrucción se aportó un informe de la consultora Ernst & Young de más de 90 páginas que detallaba todos los despilfarros e irregularidades cometidas por los dirigentes del club, pero, curiosamente, la jueza de instrucción acordó el sobreseimiento provisional en base a un oficio de dos páginas de la misma auditora que ni siquiera identificaba a su firmante y que contradecía lo dicho en el informe de 90 páginas.

El sobreseimiento provisional fue recurrido y ha sido resuelto con la sorprendente resolución de la Audiencia Provincial de Madrid plagada de generalidades y vaguedades que ni siquiera entra a analizar el detalle de las partidas denunciadas y que considera que la causa no merece la intervención del derecho penal cuando se denunciaba la administración desleal de más de 100 millones de euros. ¿Qué pensarán los presos que cumplen pena de prisión por haber robado un bocadillo?

En el Club de Golf La Moraleja ya existían antecedentes curiosos en los que, por ejemplo, el hijo de un secretario del Consejo de Administración protagonizó un episodio que le hizo merecedor del calificativo de «el Madoff de la jet española» y fue condenado por la Audiencia Provincial de Madrid a dos años y medio de cárcel por estafa. Además, uno de los presidentes denunciados fue condenado por la Audiencia Nacional como cooperador necesario de delito de administración desleal y apropiación indebida en la causa de las indemnizaciones de NovaCaixaGalicia.

Próximamente analizaremos con mayor detalle de esta historia más propia de El Buscón o de Guzmán de Alfarache que de condes y duques, Grandes de España, banqueros, notarios y auditores, ya que el caso podría ser reabierto por la presentación de nuevas pruebas.

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