Esperanza Aguirre siempre declara que tuvo mal ojo con una o dos personas que le salieron rana. Sin embargo, el análisis de su gestión demuestra que la rana y no la princesa era ella. Los madrileños, por activa o por pasiva, sufren las consecuencias de todos estos años de aguirrismo. Pero la condesa consorte es de ese tipo de políticos (aunque ella sea una política) que son capaces de echarse todo a la espalda y hacer parecer a los demás idiotas. Por muchas pruebas que se les presenten en contra siempre negarán la mayor y acudirán a algún mantra (Venezuela, Zapatero, la izquierda radical o los marcianos si hiciese falta) para trucar la realidad.

la condesa consorte es de ese tipo de políticos que son capaces de echarse todo a la espalda y hacer parecer a los demás idiotas

Y la realidad es que Madrid se encuentra llena de trampas aguirristas. Da igual por dónde se camine. Por la zona Oeste, aparece la Gürtel. Por la zona sur, aparece la Púnica. En el extranjero, parece el Canal de Isabel II, las bolsas de Ignacio González o las subvenciones a asociaciones uribistas. Buscan en el sector bancario, tenemos Bankia. Buscan en el sector construcción, Bárcenas y Correa implican a las grandes constructoras. Hacen listas para las elecciones regionales, más de veinte diputados y altos cargos han dimitido por imputaciones en casos de corrupción. Ni sabe gestionar, ni sabe elegir equipos. Eso sí, ahí sigue intentando dar batalla por persona interpuesta, en este caso, Íñigo Henríquez de Luna.

 

El caso Campus de la Justicia

Las últimas noticias del legado aguirrista tienen que ver con el fracasado Campus-Ciudad de la Justicia de Madrid. Un proyecto faraónico que ha costado más de 130 millones a las arcas regionales y que sólo ha visto erigirse un edificio. La propia Esperanza Aguirre ha reconocido la megalomanía del proyecto pero, como siempre hace, la culpa la tiene el empedrado. Como afirmó en una entrevista en El País: “Era una medida que no formaba parte de nuestro programa, pero todos los estamentos de la Justicia pidieron que se llevase a cabo el proyecto. Lo pusimos en marcha porque estábamos seguros de que no iba a costar un euro a los contribuyentes”. Claro, por el arte del trueque, y no es broma, pensaban costear todo el proyecto.

Un proyecto faraónico que ha costado más de 130 millones a las arcas regionales

Miguel Giménez de Córdoba reconocía en la Comisión de Investigación de la Asamblea de Madrid que gracias a los juzgados de la calle Hernani se consiguieron 63 millones de euros, pero que en vez de construir a 1.000 euros/m2 se pasó a construir a más de 2.000 euros/m2. Un aumento anormal para este tipo de proyectos. Y no queda aquí la cosa. A Norman Foster, reputado arquitecto, le dieron 10,6 millones de euros por un proyecto que jamás se ejecutó. ¡Sólo en diseño! Más gastos superfluos fueron la promoción de la Ciudad de la Justicia mediante una exposición de arte (Iustitia. La Justicia en las Artes) de la Fundación Carlos de Amberes que entre unas cosas y otras costó más de un millón de euros. Como afirmó Lorena Ruíz-Huerta, portavoz de Podemos en la Asamblea de Madrid, parecía un contubernio mafioso que hasta “gastó 24.000 euros en puros”.

El caso es que se han pagado facturas que no se encuentran soportadas por contratos, gastos de publicidad disparados, encargo de obras millonarias que no se llevaron a cabo o contrataciones sin licitación pública. Lo peor de todo es que como ha reconocido el consejero de Justicia actual, Ángel Garrido, no se sabe a ciencia cierta en qué se han gastado los 130 millones. De hecho, el Libro Mayor no apareció hasta hace una semana. De forma milagrosa, pero apareció. Cristina Cifuentes lo achacó a tener que buscar en un expediente que ocupa 432 cajas, 13 armarios y 172.000 folios de documentación. “Quizá estuviera en el altillo de los suegros de Esperanza Aguirre” expuso Ruíz-Huerta.

Lo peor del caso es que la Justicia obliga, en parte, a la Comunidad de Madrid a proseguir las obras a petición de Isolux-Corsán, empresa adjudicataria. Unas obras que no se sabe muy bien cómo se podrán desarrollar, ni el tiempo que durarán. El gobierno de Cifuentes lo tiene paralizado pero deberán ponerlo en marcha con el coste que ello supondrá para las cuentas públicas autonómicas. ¡Gracias Esperanza Aguirre!

 

La afición de Aguirre por Colombia y la expansión del Canal de Isabel II

Rauda y veloz Aguirre entregó a su amigo Álvaro Uribe el premio Internacional de la lucha contra el Terrorismo. Bien es cierto que la distinción la concedía la Universidad CEU, pero conociendo la historia de Uribe podía haberse tapado. Ya publicó Diario 16 las sospechas de las conexiones con el paramilitarismo del senador colombiano. Pero había que ser agradecida con quien ayudó a la expansión de la empresa del Canal de Isabel II a posicionarse en el país colombiano. ¿Qué hace una empresa pública y autonómica española haciendo negocios en Latinoamérica?

Recientemente un juez colombiano ha embargado las infraestructuras, bienes muebles e inmuebles de Metroagua en el distrito de Santa Marta. Como afirmó Ángel Garrido (¡Le caen todos los muertos de Aguirre al hombre!) pensaban abandonar esa concesión, pero el juez se adelantó al fin del contrato en marzo de 2017. El consejero reconoce que la empresa, tanto como Canal como a través de Inassa (la empresa para las concesiones latinoamericanas), está generando beneficios en los últimos años. Cerca de 80 millones al año. Pero también reconoce que pese a bajar la deuda, la misma sigue cerca de los 1.000 millones de euros. Otra buena gestión del aguirrismo. ¡Gracias Aguirre!

a la vez precarizó los servicios públicos aumentando la deuda en gastos superfluos

La empresa madrileña tiene numerosas concesiones de lo que significa el ciclo integral de agua en Latinoamérica, y van a seguir trabajando en ellas, pero también tiene la gestión de recaudación y gestión de tributos en algún municipio y región colombiana. O es accionista de empresas constructoras en Brasil. Para declararse liberales, Aguirre y su sucesor Ignacio González eso de la recaudación de impuestos no les pega mucho. Lo del ladrillo sí. Y lo de las bolsas en Cartagena de Indias más. ¿Pueden explicar Esperanza Aguirre e Ignacio González las subvenciones que han destinado al Instituto de Ciencia Política Hernán Echevarría Olózaga, el cual no gestiona ningún proyecto social? Instituto no académico vinculado a la Fundación FAES, por cierto.

¿Cuántas cosas más quedan por descubrir de la pésima gestión de Aguirre? ¿Caerá algún diputado más de los que ella colocó en la lista de 2015 como presidenta del PP madrileño? ¿Sabremos cuál es la deuda real que han dejado sus años al frente del conservadurismo? El caso es que, aunque gobernase Podemos, la Comunidad de Madrid se encuentra atenazada por la mala gestión de quién presumía de bajar impuestos pero a la vez precarizó los servicios públicos aumentando la deuda en gastos superfluos o improductivos. Da igual el caso de corrupción o la mala gestión que busquemos, Esperanza Aguirre siempre está detrás de ella.

7 COMENTARIOS

  1. Hasta ahora este personaje ha ido eludiendo hábilmente la justicia aunque, debido a la gran cantidad de pufos, cualquier día la vemos en el banquillo. Es cuestión de tiempo.

  2. es curioso porque el protegido de Aguirre en Madrid, Iñigo Henriquez, es otro noble: bien es cierto que ninguno de los dos ostenta el título. Aguirre es condesa de Bornos y de Murillo, títulos que conllevan Grandeza de España, por su matrimonio con el conde Fernando Ramírez de Haro. Pero también es cierto que ella misma es nieta de los condes de Sepúlveda por parte de madre, y curiosamente, igual que sus propios hijos, se han casado todos con nobles. Iñigo Henríquez de Luna por su parte es hijo de la marquesa de Villablanca, María del Pilar Losada y Peñalva.

    La obsesión de Aguirre por emparentarse ella y su prole con la nobleza de sangre azul es seguramente obsesiva. Parece que para ella no hay nada más que nobles cuando en España sólo hay 2.200 nobles que ostentan título…lo cual es increible…

    Si estamos en lo cierto esta señora sería más allá de xenofoba, estaría completamente con las clases sociales, con la sangre azul…hay que recordar que el Golpe de Estado del 36 y la posterior Guerra Civil, tuvo como causa principal la supresión de la República de los títulos nobiliarios, por tanto de las clases sociales, y la Reforma Agraria perseguía la expropiación de los grandes latifundios, en poder de la nobleza, bajo pertinente compensación económica, y su reparto a los jornaleros, con eso se perseguía justicia social y elevar el nivel de riqueza y cultural de una España muy agraria, muy medieval, y muy en poder todavía de los nobles…

    Será por todo esto que Esperanza Aguirre detesta a un partido que le puede recordar a la República como es Podemos??

  3. La culpa de todo la tiene Gran Gyoming , que le pregunto por Saramago, a la que ella respondió no conozco a Sara Mago la pintora. Aguirre le debe estar profundamente agradecida y los madrileños deberían demandarlo por haber lanzado la carrera política de una de los politicis más incompetentes y nefastas de estos años.

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