jueves, 28marzo, 2024
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Los ismos

Dresde, 1935

Francisco Silvera
Francisco Silverahttp://www.quenosenada.blogspot.com.es
Escritor y profesor, licenciado en Filosofía por la Universidad de Sevilla y Doctor por la Universidad de Valladolid. He sido gestor cultural, lógicamente frustrado, y soy profesor funcionario de Enseñanza Secundaria, de Filosofía, hasta donde lo permitan los gobiernos actuales.
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análisis

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Prefiero imaginar los acontecimientos históricos sin la narrativa que los adorna, porque creo que además los pervierte. Cuando sabes que cierta persona sufrió un accidente, si vuelves a repasar los hechos previos ya están contaminados por el desenlace; de ahí viene, curiosamente, nuestro concepto de la suerte… en realidad usted no sabe que en este instante un bloque de hormigón está sólo a trece metros de caerle encima y aplastarle, doce, once, diez…

Imagino, pues, a los alemanes del año 1933, a los españoles de 1935, discutiendo entre ellos y algunos viendo (sin saber) lo que iba a ocurrir y otras sin olerlo. Porque nadie es adivino, predecir sólo se puede para la Ciencia y en sistemas lineales con las condiciones muy controladas, por tanto alejadas de la realidad, que siempre es caótica.

Me preocupa muchísimo el ascendiente que los neofascismos tienen sobre la adolescencia actual; como recuerdo a veces, sin mucho orgullo ya, dada la deriva del oficio, soy profesor y eso me obliga a discutir con gente que cada año tiene siempre la misma edad, mientras yo envejezco sin remedio; eso me da la consciencia del paso del tiempo, pero también una plataforma muy interesante para ir percibiendo las dinámicas sociales.

Una parte no menor de nuestra adolescencia está imbuida con valores ambiguos (ambiguos para quienes no tienen la capacidad de analizar críticamente) que tienen de fondo el clasismo, el racismo, el supremacismo, el machismo, el monetarismo, el tradicionalismo, el nacionalismo, el reaccionarismo, etceterismo adobado con dosis calculada de analfabetismo funcional, violencia por diversión e incapacidad de la abstracción necesaria para pensar fenómenos despegados de sus intereses particulares o personalismos.

Ya sé que les va a parecer un retrato cruel e inexacto, pero yo lo vivo a diario; y he de añadir (oh contradiós) que jamás he tenido un alumnado mejor que el ahora interesado por la Cultura, la diversidad y la complejidad de lo real; el problema es que son minoría, mientras aquellos componen el grueso de gente que, como una cabra, si permanece en un aula seis años en la ESO recibe un certificado de escolaridad al menos, balido más acá o allá.

Deberíamos aprender de lo ya ocurrido (nótese que evito decir Historia). Imagino a aquellos judíos alemanes riéndose de algunos que alertaban sobre los criminales incipientes, como yo hago ahora. Si la dinámica social está llevando al abandono de la lectura profunda, a la incultura política, a la estratificación cada vez más estanca de las clases sociales, si todos estamos viendo cómo se conforma una crisis estructural imponderable, si la Política actual totalmente descomprometida pasa de actuar y reformar, obvia exigir y dar para mantenerse en lo muelle de los cargos y el poder, aunque sea empujando hacia delante los problemas, si la crisis climática (que es económica) no se atiende, si el precariado sigue consolidándose como futuro único para la parte mayoritaria con creces de la población…

… Si todo esto está ocurriendo ¿nadie ve el paralelismo y el engrosamiento necesario, como de Ley, de las fuerzas demagógicas o populistas, esto es: de derecha extrema? La otra pregunta, y espero equivocarme por mi integridad, ¿nadie ve que en una década, en 2030, podemos estar inmersos en pogromos, guerras, guetos, depuraciones, conflictos de fronteras, una posible conflagración universal sin remedio?

Si estuviéramos en Dresde en 1935, la gran mayoría ni soñando podría imaginar la ciudad en 1945. La inmigración es el nuevo semita, hasta para los de Sem. No quiero ser profeta, líbreme Dios (nótese la ironía) pero una orla oscura ensombrece mi visión de la vida, veo en la mirada de algunos chavales el odio, la indiferencia, la jactancia y el orgullo sin complejos (puta expresión traída por acomplejados, si no ¿por qué la iban a usar?), y dan miedo, nuestro silencio de ahora y la falta de condena explícita y práctica de estos movimientos ideológicos (¡ay las redes!) no están encajonando como a las reses para ser estabulados. Cuidado.

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