jueves, 28marzo, 2024
17.3 C
Seville

Los gobiernos usan el antiterrorismo como excusa para la vigilancia intrusiva de la ciudadanía

Una relatora de derechos humanos destaca el devastador efecto que los sistemas de espionaje digital están teniendo en los derechos humanos de los individuos y las sociedades. Entre esos sistemas, figuran los drones, la biometría, la inteligencia artificial (IA) y los programas espía.

- Publicidad -

análisis

- Publicidad -

Algunos países y empresas privadas están utilizando la «retórica de la lucha contra el terrorismo y la seguridad» para justificar un importante aumento del despliegue y uso de tecnología de vigilancia de vanguardia, sin regulación alguna, y con un «devastador» coste para los derechos humanos, afirmó el martes una experta independiente de la ONU.

En un informe presentado durante la última sesión del Consejo de Derechos Humanos, la relatora especial de la ONU sobre la promoción y protección de los derechos humanos y las libertades fundamentales en la lucha contra el terrorismo, Fionnuala Ní Aoláin, advirtió de un alarmante aumento del uso de «tecnologías intrusivas y de alto riesgo».

Entre ellas se encuentran los drones, la biometría, la inteligencia artificial (IA) y los programas espía, que se están intensificando en nombre de la lucha contra el terrorismo, sin tener debidamente en cuenta el Estado de derecho, la gobernanza y los derechos humanos.

La excepción se convierte en norma

«Las justificaciones excepcionales para el uso de tecnologías de vigilancia en la lucha antiterrorista  contra los derechos humanos a menudo se convierten en un uso regular mundano», dijo Ní Aoláin, señalando el impacto sobre derechos fundamentales como la libertad de circulación, la libertad de expresión, la libertad de reunión pacífica y el derecho a la privacidad.

«Debe haber una pausa en el uso de tecnologías intrusivas de alto riesgo hasta que se establezcan las salvaguardias adecuadas», afirmó.

La experta independiente designada por el Consejo de Derechos Humanos expresó su preocupación por el creciente uso de drones en varios países para tareas de seguridad, el uso indebido generalizado de tecnología de espionaje contra grupos de la sociedad civil, disidentes y periodistas, y la creciente recopilación de datos biométricos.

Detener la transferencias de tecnología no regulada

«Debe ponerse fin a la transferencia no regulada de tecnologías de alto riesgo a Estados que cometen violaciones sistemáticas de derechos humanos», afirmó la relatora especial, que instó a las autoridades a legislar más eficazmente el marco de acción de las empresas que participan en la transferencia de tecnologías de vigilancia al extranjero.

«En ausencia de regulación, el coste para los derechos humanos sólo puede aumentar sin que haya un final a la vista», afirmó Ní Aoláin.

Prohibición mundial de los llamados «robots asesinos

Ní Aoláin se sumó a la petición de una prohibición mundial de los sistemas de armas autónomas letales y destacó las obligaciones específicas de los diversos organismos antiterroristas de la ONU para garantizar que cualquier orientación y asesoramiento que se proporcione sobre nuevas tecnologías sea plenamente coherente con la Carta de las Naciones Unidas y el derecho internacional.

Y también presentó al Consejo un enfoque nuevo e innovador para regular los programas espía, que se centraría en garantizar que tanto los gobiernos como las empresas apliquen unas «normas mínimas de derechos humanos» en el desarrollo, uso y transferencia de tecnologías de vigilancia de alto riesgo.

- Publicidad -
- Publicidad -

Relacionadas

- Publicidad -
- Publicidad -

DEJA UNA RESPUESTA

Comentario
Introduce tu nombre

- Publicidad -
- Publicidad -
- Publicidad -
- Publicidad -

últimos artículos

- Publicidad -
- Publicidad -

lo + leído

- Publicidad -

lo + leído