Según los últimos informes médicos, en España mueren cada año 10.000 personas por culpa de la contaminación. Y después de que las derechas hayan ocupado el poder en no pocos ayuntamientos españoles es más que probable que el problema siga empeorando en los próximos años. Las políticas neoliberales matan, son desastrosas para el cambio climático. Pero es que las políticas ultraderechistas inspiradas por el “trumpismo” más radical son aún más peligrosas, ya que simplemente miran para otro lado o se limitan a ridiculizar el grave problema del calentamiento global.

Un buen ejemplo de estas ideologías suicidas surgidas del populismo de derechas es el próximo Gobierno municipal que se está fraguando en la capital de España, el famoso “trifachito” a la madrileña que tiene varias prioridades en su agenda, entre las que se encuentra sin duda acabar con Madrid Central, el proyecto de Manuela Carmena para reducir la contaminación en la ciudad y que estaba dando buenos resultados, ya que las emisiones venenosas han disminuido hasta un 40 por ciento, según los días. El bloque de derechas prepara medidas similares en otros ayuntamientos del país, sobre todo en aquellos donde Vox impone su descabellada e irresponsable agenda antiecológica a los otros dos partidos de la derecha tradicional.

Bruselas ya ha advertido a José Luis Martínez-Almeida, más que probable alcalde de Madrid por el PP, que de liquidarse Madrid Central España podría enfrentarse a una dura sanción económica por incumplimiento de los acuerdos medioambientales contra el cambio climático. Según informes de Ecologistas en Acción sobre la calidad del aire, las infracciones “desembocarán en una cuantiosa multa” de la UE y hace unos meses la Dirección General de Calidad y Evaluación Ambiental del Ministerio de Agricultura cuantificó el importe de la sanción en 1.600 millones de euros. Un auténtico varapalo para la maltrecha economía española.

Y aquí es donde surge la gran pregunta: ¿quién pagará esa factura? Sin duda los españoles, no solo en dinero, sino también en salud y en enfermedades cardiorrespiratorias. Sin embargo, Martínez-Almeida insiste en no decir la verdad cuando asegura que Madrid Central ha fracasado por los datos de polución del primer trimestre de 2019 y por las pérdidas sufridas por los comerciantes. Ni una cosa ni la otra: es un hecho empírico que a menos tráfico en el centro de una gran ciudad menos contaminación y además los comercios no solo no han perdido dinero sino que en campañas como la navideña han ganado más que antes de que entraran en vigor las medidas anticontaminación.

“La Unión Europea no exige Madrid Central, la UE exige resultados eficientes en la lucha contra la contaminación”, asegura Almeida. Ahora bien, ¿cuál es el proyecto alternativo al de Carmena que presenta el futuro alcalde de la ciudad? ¿Dónde se construirían los prometidos aparcamientos disuasorios que plantea el PP? ¿Cuánto costarían esas obras a los contribuyentes? Y sobre todo y lo que es más importante, ¿cómo piensa resolver el problema de los atascos en el centro de la capital que tanta contaminación generan y tanto derroche energético ocasionan? De momento no hay respuestas para esas preguntas. Y no las hay sencillamente porque el PP no se ha detenido ni un solo instante en diseñar un plan de política medioambiental serio y riguroso para la ciudad que más emisiones contaminantes produce en España y una de las más tóxicas de Europa.

Partido Popular, Ciudadanos y Vox se han centrado única y exclusivamente en un proyecto obsesivo: derribar a Manuela Carmena costara lo que costara y solo por razones ideológicas, sectarias, cainitas. Les da igual si un proyecto como Madrid Central es bueno para la salud de las personas. Les importa un comino si reduce o no la contaminación. Han utilizado ese asunto como arma arrojadiza, dinamita electoral, un montaje bien aderezado con mentiras e informes técnicos de dudosa procedencia para descabalgar a Carmena del carro de La Cibeles. Ahora, cuando despiertan del delirio de campaña, se encuentran con que no saben cómo acabar con el humo negro que envenena cada día los pulmones de los madrileños.

4 COMENTARIOS

  1. Bueno, sobre multas ja estamos pagando muchas, por ejemplo las derivadas de las torturas a ciudadanos: Otegui y muchos más actuales : Los jovenes de Altsasu, que ja iremos sabiendo. Hay mucha gente esperando la justicia europea por que en borbonia todavía no existe. Ciudadanos que les robaron todo y familias desaparecidas por «efecto torturas franquistas» y esperemos que la Juez Salvini, algún día también nos diga cuanto debemos por permitir el genocidio criminal del franquismo, por mantener los torturadores y asesinos protegidos y bien pagados.

  2. Sois rastreros y periodísticamente hablando, muy poco profesionales. Fomentáis el odio con palabras denigrantes como trifachito. Se os ve el plumero, rojos de mierda.

    • Siempre he tenido una duda ¿Porque a los fachas os molesta tanto que os llamen fachas? Nunca he visto a nadie de izquierdas molesto porque lo llamaran Rojo incluso aunque no fuera comunista. Supongo que el fondo hasta vosotros sabeis el asquete que dais…

  3. lo mismo cn m.rahoy y su impuesto al sol…para mi qe ls demandantes qe han cobrado ls indemnizaciones, eran colegas del PP español y luego se lo van a repartir

    ademas de empobrecer al estado para justificar privatizar y recortes,
    osea traicionar a sus votantes-españolisimos,

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