Estamos en un momento decisivo de la lucha contra el COVID-19. En el momento en que parece confirmarse el descenso en la curva por contagios y fallecidos, todos los expertos avisan de la importancia que tiene tomarse en serio las medidas de protección para evitar un nuevo brote.
En verano el clima ayudará a que los contagios desciendan, supuestamente. Sin embargo, es un arma de doble filo puesto que la gente puede tender a confiarse y el clima puede ser propicio para una nueva propagación, que podría tener efectos más severos que la primera oleada, según han advertido ya desde la OMS.
Margarita del Val, experta en Inmunología Viral del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) ha explicado para El Comercio los puntos a tener en cuenta para evitar una nueva recaída general.
«Lo que determina la incidencia es la disponibilidad de carne fresca, gente que no ha visto el virus y se puede contagiar. De eso todavía hay mucho», señala.
Los puntos clave a tener en cuenta son los siguientes, según esta experta:
1.- Relajarse en la toma de medidas por exceso de confianza
Partimos de la base de que los datos que manejamos no son del todo fiables. Esto es algo que han advertido tanto desde el personal sanitario, como los propios técnicos del Gobierno. Y aunque se da por hecho que en verano descenderán las cifras, con un previsible aumento durante el otoño, tampoco es seguro. Y cita como ejemplo la experta a lo que está sucediendo en Argentina, donde el brote ha aparecido a finales de verano.
2.- Atención con los niños
Del Val advierte que hay un gran desconocimiento sobre el comportamiento del virus en los más pequeños. No se sabe cómo de contagiosos son, cuáles son los que desarrollan un cuadro grave y por qué, si son portadores, si han superado la enfermedad sin tener prácticamente síntomas. Para la experta que los niños salgan con normalidad, que se reanuden las clases, sería un error. «Antes deben hacerse estudios de prevalencia de anticuerpos, incluso teniendo en cuenta que es muy importante que puedan salir a la calle. Además, el foco de atención ha de ponerse también en los adolescentes, de quienes sí se sabe seguro que son contagiadores natos.
3.- La vuelta a los centros de trabajo prematura
Es evidente que las presiones provenientes de los círculos económicos son fuertes. Sin embargo, los expertos recomiendan mantener el teletrabajo en la medida de lo posible. «Se podría permitir la vuelta al trabajo de los que se sabe que están inmunes, pero seguramente cuando haya datos se verá que el número de estas personas es bajo».
«Como no existen estudios para saber quiénes han pasado ya la enrermedad, hay que mantener el teletrabajo, porque se ha comprobado su eficacia».
4.- La desconfianza respecto a las aplicaciones para rastrear contactos infectados
Todavía no queda claro qué tipo de aplicaciones podremos utilizar para que los contactos con personas infectadas puedan ser rastreados. Según la experta, desde las autoridades se debería convencer a la población para que hagan uso de las tecnologías que permitan conocer la lista de personas que ha podido estar expuesta al virus.
Desde el CSIC, precisamente, están desarrollando una app para ello, garantizando la normativa europea en lo que concierne a privacidad y protección de datos.
La aplicación te solicitará que facilites el teléfono de las personas con las que has estado en contacto, cuando has dado positivo. Estas personas recibirían un mensaje que les avisaría de su contacto con alguien infectado, y les indicaría las medidas a tomar a partir de ese momento. «Es mejor un confinamiento individual, pocos días, que el de toda la sociedad durante mucho tiempo».
5.- Acopio de mascarillas, cuando son escasas
Las mascarillas todavía son insuficientes y por lo que se ve, seguirán siéndolo durante algunas semanas. Es importante, según la experta, que las que hay se utilicen de manera racional, y sobre todo, en primer lugar para las personas más expuestas o más vulnerables.
«Lo ideal es que haya mascarillas para todos, pero son de usar y tirar, y no hay suficientes para 47 millones de personas», apunta la experta. Por eso es importante «reservarlas para los colectivos más expuestos, como sanitarios, militares, farmacéuticos, personal de tiendas. Nosotros, que tenemos contacto con personas sanas, las usaremos cuando las haya. Hay que taparse la boca y nariz cuando salgamos, pero sin acaparar mascarillas».
Una buena opción es hacerlas en casa, siguiendo las pautas e indicaciones que ha dado el Gobierno.
6.- Relajarse y no mantener el aislamiento individual
La distancia física, mal llamada «distancia social», exige mantener una separación de dos metros. Y esta medida parece que va a durar todavía mucho tiempo.
Deben mantenerse, según los expertos, las prohibiciones de eventos multitudinarios como eventos deportivos o espectáculos.
7.- Moverse por todo el país
Desmontar el confinamiento de manera uniforme en todos los territorios del Estado español podría suponer otro error grave que podría conllevar un nuevo pico por COVID-19. Sobre todo durante el verano. «El confinamiento es local y así debe seguir siéndolo», apunta Del Val.
«Podría levantarse a nivel de municipios, pero mantener el confinamiento en aquellos lugares donde haya muchos casos», propone.
8.- No apostar por la investigación, un grave error
En estas circunstancias se evidencia, una vez más, la importancia por la inversión y apuesta en los proyectos de investigación científica. Es fundamental, según los expertos, estar preparados y saber cómo se ha de operar en cada caso. Y eso se puede implementar gracias a la apuesta por la investigación y el desarrollo de proyectos científicos.
Requieren de dotación económica y de tiempo, por lo que anticiparse es fundamental.
